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SAN ISIDRO 96

"Clamores Chotis Club"

Manolas y chulapos tomaron al asalto un templo del jazz madrileño

Clamores Jazz Club, un local muy conocido entre los amantes de esta música, era ayer Clamores Chotis Club. Irreconocible. Manolas y chulapos por todas partes, algún hilarión y varias goyescas. En lugar de piano, el clarinete y trompeta, o sonaba un organillo. Los pantalones vaqueros y las camisas de cuadros se habían sustituido por mantones de Manila o chaquetilla corta de cuadros. Claves y flecos por todas partes. Los más castizos de la ciudad se habían dado cita en este local al grito de "concurso de chotis y mantones". En total, 20 parejas de chulapos midieron anoche su arte madrileño en la pista de baile de este local.

Estrella García era una de las participantes más jóvenes. Había acudido vestida de goyesca con su abuela, su padre y un par de mantones isabelinos bordados hace 200 años en China, que, según sus dueños, ganan todos los concursos en los que participan. "Me gustan muchísimo estas fiestas porque mi abuela es muy castiza y me lo ha pegado", decía con entusiasmo esta jovencita de 13 años.

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La abuela en cuestión era María González, conocida en los ambientes castizos como La Abuela. Así la llamaban todos los que ayer la saludaban. Contaba esta señora de 87 años (y lo ratificaba su familia) que ella y su marido ganaban todos los concursos de chotis a los que se presentaban. Dicho esto, abuela y nieta se colocan los mantones y salen a la pista flanqueadas por fotos de la Canal Street Band y Pedro Iturralde. Y la música: "Anda y que te ondulen con la permané".

¿El secreto del chotis? Saber girar y quedarse clavado. El hombre ha de quedarse quieto. La mujer es la que lleva los pasos. Yo lo bailo hasta en un ladrillo". El que así se expresa es Rafael Barrios, otro experto en estos bailes. Gorra, chaleco y clavel en la solapa. Ayer dio fe de sus habilidades. Con un pie apoyado en el suelo y el otro en la rodilla se mantenía tieso y sonriente. "Y luego está la elegancia...", decía.

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