El Gobierno del PP mantiene el sistema de precios máximos para la gasolina
El Gobierno está dispuesto a mantener al menos de momento, el sistema actual de precios máximos de gasolinas y gasóleos como sistema para determinar semanalmente el coste que paga el consumidor por tales productos. El nuevo ministro de Industria y Energía, Josep Piqué, no variará el sistema actual de fijación de precios para sustituirlo por la liberalización total mientras el ejercicio de la competencia no demuestre que la eliminación de los topes máximos no supone automáticamente una elevación sustancial de los precios.La experiencia muestra que, al menos en el caso de los combustibles, la liberalización de precios equivale a una subida inmediata y sustancial. Los informes manejados por el equipo de gobierno anterior recomendaban la supresión de los topes máximos en el caso de los gasóleos porque la evolución de los precios reales (en el marco del sistema de máximos) mostraba niveles muy por debajo de los máximos. Pero, en el caso de las gasolinas, los precios reales han sido siempre muy similares a los máximos, de forma que no se aprecia competencia real.
Las rebajas de precios en el litro de la gasolina súper que se han producido hasta ahora responden principalmente a tácticas comerciales de supermercados o centros de distribución, situados generalmente en puntos muy próximos a la costa o a zonas de fácil abastecimiento, cercanas a los puntos de refino.
Petición de las petroleras
La supresión de precios máximos ha sido solicitada frecuentemente por las petroleras españolas, cuya posición es dar paso a que cada empresa determine libremente el precio de sus productos. La eliminación de los topes máximos tendría, en caso de llevarse a cabo, dos efectos importantes: el primero, una elevación inmediata de las gasolinas y gasóleos. El segundo, que el precio sería mucho más alto en zonas alejadas de la costa, porque entonces el coste de transporte por toda la península ya no resultaría promediado. La fórmula de máximos actúa como un cálculo de medias que, además, evita que las repercusiones de los aumentos de costes del crudo sean muy drásticas en los precios finales de las gasolinas. De hecho, España e Italia, con sistemas parecidos, son los dos países en los que menos ha subido la gasolina durante la elevación reciente de los precios del crudo.Para determinar el precio máximo de las gasolinas y gasóleos, el Gobierno realiza un cálculo semanal en el que tiene en cuenta: las cotizaciones de los productos en los mercados internacionales (Rotterdam y Génova); el precio de esos productos en nueve países de la Comunidad (en moneda local) y la cotización de la peseta respecto al dólar y al resto de las monedas europeas.
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