El Parlamento italiano se abre sin consenso en la elección de presidentes de las cámaras

No habrá reparto de las presidencias de las cámaras italianas ni de sus comisiones. El intento de Romano Prodi y El Olivo de consensuar tales cargos con el centro derecha para establecer un diálogo más amplio sobre la base de que las instituciones no deben ser copadas por la mayoría fracasó ayer entre acusaciones mutuas. El Parlamento se inauguró, así, a cara de perro, con la elección de Nicola Mancino como presidente del Senado, mientras que Luciano Violante, también de El Olivo, será elegido hoy presidente de la Cámara de Diputados.Silvio Berlusconi y el Polo de la Libertad interrumpieron hace dos años la costumbre tradicional en Italia de dar a la oposición la presidencia de una de las cámaras y de las comisiones parlamentarias de control. El centro izquierda consideró poco menos que un abuso de poder aquella iniciativa que el centro derecha justificó como acorde con el espíritu del sistema electoral mayoritario, por el que quien pierde se limita a hacer oposición a quien gana, que gobierna.

Ahora es el Polo el que ha dicho que el afán de El Olivo por acaparar poder resulta peligroso, sobre todo cuando la Liga Norte pone en cuestión la unidad del país, Prodi ofreció, sin embargo, al Polo la presidencia del Senado. Dicha oferta dividió al centro derecha. Los más duros la rechazaban en aras de una oposición pura y los centristas se sentían inclinados a aceptarla.

Así las cosas, Berlusconi lanzó por iniciativa propia, sorprendiendo a sus propios aliados, la candidatura del ex presidente de la República y hoy senador vitalicio Francesco Cossiga a la presidencia del Senado. El centro izquierda la rechazó y sugirió como alternativa. a Carlo Scognamiglio, presidente del Senado en la anterior legislatura, o Giuliano Urbani, el ideólogo centrista de Forza Italia. El Polo, que consideró intolerable tal sugerencia, presentó ayer como candidato al abogado siciliano Enrico della Loggia, moderado de FI sobre el que han corrido rumores de relación con la Mafia.

Al final, El Olivo renunció a votar a Della Loggia, porque Berlusconi y Gianfranco Fin¡ anunciaron que el Polo no votaría jamás a cambio al ex juez antimafia Luciano Violante, del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), como presidente de la Cámara. Violante es, para el Polo, la imagen de la izquierda justicialista.

A la rotura total de las negociaciones siguió la elección del ex democristiano Nicola Mancino, ex ministro del Interior en el Gobierno de Carlo Azeglio Ciampi y diputado de El Olivo, como presidente del Senado.