Matutes intenta que Aznar le deje elegir por lo menos a un secretario de Estado
El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, intenta que el presidente del Gobierno, José María Aznar, le deje elegir por lo menos a uno de los dos secreta rios de Estado que trabajarán a sus ordenes, el que se encargará de las relaciones con la Unión Europea (UE), según indican fuentes diplomáticas.
Matutes desea colocar en el cargo a Ramón de Miguel, durante largos anos su jefe de gabinete en la Comisión Europea y actual director general de Energía en esa institución. Su marcha de. la Comisión significaría la pérdida para España de una dirección importante, que le costó mucho conseguir. Si no logra ser secretario de Estado, De Miguel está dispuesto a ocupar el puesto de subsecretario .El responsable directo de las relaciones sería entonces un. político como, José María Robles Fraga o Iñigo Méndez Vigo.
El otro secretario de Estado y número dos de Asuntos Exteriores, Fernando Villalonga, ha sido. impuesto por Aznar, que le conoció durante un viaje a Buenos Aires, donde este diplomático era consejero cultural. A instancias del nuevo jefe del Gobierno, Villalonga fue nombrado en 1995 consejero de Educación y Cúltura de la Comunidad Valenciana.
Además de lidiar con los nombramientos, Matutes debe hacerlo con el plan de adelgazamiento al que Administraciones Públicas quiere someter a su ministerio. Prevé la supresión de dos de las tres secretarías generales y de cinco direcciones generales.
Varios altos cargos que encabezan esos departamentos han puesto el grito en el cielo porque consideran que, a diferencia de otros ministerios, las competencias de Exteriores no han sido transferidas a las comunidades autónomas y, en consecuencia, el recorte no debe afectarles. Agencia de cooperación
El recorte empieza por la supresión de la presidencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional, con rango de subsecretario, y a más largo plazo podría incluso desaparecer ese instrumento de ayuda al desarrollo. La AECI será dirigida directamente por Villalonga. La otra secretaría general que dejará de existir será la que secunda la labor del secretario de Estado para la UE.
La cura de adelgazamiento considera además prescindibles las direcciones generales siguientes: Oficina de Información Diplomática (OID); Asuntos Políticos; Coordinación Jurídica e Institucional con la UE; Organizaciones y Conferencias Internacionales, que se fusionaría con la de Seguridad y Desarmó, y la de América del Norte y Pacífico. Norteamérica sería adscrita a Europa, y el resto de esa inmensa zona a Africa y Oriente Próximo.
Matutes se resiste a tan magna reducción, y en sus conversaciones con el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, ha logrado al menos salvar la OID.
