Alternativa

La investidura del Gobierno de la derecha deberá ser revalidada en la plaza de Las Ventas: la barrera de ese coso taurino es la prolongación natural del banco azul del Congreso de los Diputados. Cuando en 1982 los socialistas llegaron al poder, enseguida se fueron corriendo a exhibirse con un puro en la boca en los burladeros de autoridades en el callejón. Allí tomaron realmente la alternativa ante la sociedad. En España no eres nadie si no apareces amarrado a un habano con el codo en la maroma de Las Ventas contemplando la carne para albóndigas que los picadores y espadas preparan en el ruedo. Después los socialistas hicieron algo peor. Con el pretexto de revitalizar las fiestas populares fomentaron toda la basura de las capeas, los toros ensogados, embolados, apaleados y acuchillados en honor de la Virgen o el Cristo respectivo, junto con otras crueldades hispánicas que se ciernen sobre los animales, cabras despeñadas desde los campanarios y gansos que sirven de cucaña para alegría del pueblo. Ahora le toca al Gobierno de la derecha ocupar oficialmente los burladeros de Las Ventas para presidir la matanza ritual mientras,realiza una lentafelatio a un Montecristo, Partagás o Cohiba. En la plaza de toros la derecha ha fijado desde siempre su orden ontológico en la vida: los señores en la sombra con el whisky, los pobres al sol con la bota, los intelectuales, poetas y sociólogos entre sol y sombra con el bocadillo de mortadela, y en el callejón los policías, funcionarios y mozos de espada oliendo de cerca a sangre y excremento de res, a sudor español y a polvo, mientras pasan los tacos de jamón y los pastelillos de Embassy, que' son compartidos también con las moscas. Durante la Feria de San Isidro la derecha política será doblemente consagrada en Las Ventas. Con el codo en la maroma de barrera volverá a afianzarse la España eterna, pero quedan muchos ciudadanos que desde la clandestinidad están dispuestos a luchar hasta el final contra la tortura y muerte de los animales convertidas en un espectáculo infame.