El fiscal exculpa al vigilante de un parque que apaleó a cuatro jóvenes

El fiscal pidió ayer la absolución para Pablo Sol Gómez, el vigilante del parque madrileño El Capricho acusado de apalear en julio de 1995 a cuatro jóvenes que se colaron en el recinto. En un juicio celebrado ayer, el fiscal estimó que el vigilante actuó en defensa de los jardines, sólo abiertos al público los fines de semana. La acusación particular solicitó una condena de treinta días de arresto e indemnizaciones por valor de 1.495.000 pesetas. Sol tiene pendientes en la actualidad otras dos causas, también por agresiones a dos parejas en el mismo parque, ubicado en la Alameda de Osuna.

El fiscal explicó en la vista que la actuación del guarda fue correcta, pues los jóvenes entraron en el parque "de forma injustificada". Tres de los cuatro jóvenes -uno de ellos no acudió al juicio por encontrarse enfermo en Galicia- recordaron que el pasado 5 de julio entraron en el parque junto con otros amigos y un perro, tras saltar un muro. Y que lo hicieron así porque no encontraban la puerta y no sabían que el parque estaba cerrado.

Minutos después, según su relato, el vigilante apareció ante ellos con una porra y golpeó "todo lo que veía". Uno de los jóvenes, una chica, señaló haberle dicho en ese momento al vigilante "que no se pusiese nervioso", pero, acto seguido, dijo, el guarda le golpeó con la porra en la cara, lo que llevó a la chica a pedirle a gritos que no les pegara. La muchacha explicó que el guarda salió entonces detrás de ella, la llamó "punki de mierda" y la golpeó varias veces en todo el cuerpo y en la cabeza. Los testigos declararon que, después de pegar a la chica, el vigilante se ensañó con el joven que no pudo comparecer al juicio, cuando éste salió en defensa de su amiga.

El acusado. afirmó que se acercó a ellos para pedirles que salieran del parque, y que uno le rompió las gafas en la cara de un puñetazo.