La OTAN se desentiende de los incidentes inmortales entre musulmanes y serbios

El mando de la OTAN en Bosnia precisó ayer que sólo un musulmán murió durante los incidentes entre serbios y musulmanes ocurridos el lunes cerca de Sarajevo. El jefe de las tropas terrestres de la Alianza eludió la responsabilidad de sus fuerzas, alegando que "el deber de mantener la ley y el orden corresponde a los mismos interesados". El Gobierno bosnio ha criticado la pasividad occidental ante la política de tierra cerrada impuesta por los radicales serbios.

Las primeras informaciones hablaron de dos fallecidos en el ataque de civiles serbios contra un convoy, protegido por la OTAN, en el que unos 500 bosniomusulmanes se dirigían a visitar las tumbas de sus seres queridos en Doboj y Trnovo.La víctima, según un portavoz de la Alianza, intentó atravesar un campo de minas para evitar una barrera de la fuerza multinacional. En los incidentes resultaron heridas siete personas. Exaltados civiles serbobosnios Atacaron el convoy de seis autobuses en el que musulmanes de los alrededores de Sarajevo trataban de llegar hasta Trnovo, a unos 30 kilómetros de la capital bosnia, para visitar a sus difuntos.

El coordinador civil para Bosnia, Carl Bildt, ha convocado a representantes serbobosnios y de la Federación de musulmanes y croatas para discutir los incidentes, y ha exigido a las autoridades serbobosnias la apertura de investigación criminal para detener a los presuntos culpables ante la sospecha de que también se produjeron disparos en el incidente.

La OTAN se muestra hasta ahora incapaz de garantizar la libertad de movimientos entre las dos entidades de Bosnia, tal y como las partes se comprometieron en Estados Unidos en noviembre pasado. El jefe de las fuerzas de, tierra de la Alianza, general Michael Walker, dijo ayer que las víctimas ignoraron las barreras de la OTAN y los llamamientos de las autoridades civiles para que las visitas de musulmanes a zona serbia se condujesen ordenadamente.

Ayer, unos 400 serbios armados bloquearon de nuevo una visita de un grupo de 600 musulmanes a sus viviendas de Koraj, en el noreste de Bosnia, de las que fueron expulsados durante la guerra. En esta ocasión, la presencia de soldados de la Alianza, y de agentes de la policía internacional de la ONU evitó que se registraran incidentes.

Por otro lado, el nuevo administrador de la Unión Euroepa (UE) en Mostar, el español Ricard Pérez Casado, anunció ayer la celebración de elecciones locales en la capital de Herzegovina para el próximo día 31, según informó la agencia croata Hina. De conformidad con lo previsto en el acuerdo de paz de Dayton, las listas electorales, que incluirán tanto a, la población musulmana como a la croata, deberán estar publicadas el día 10. Estos comicios, organizados por la UE, serán un primer ensayo de las elecciones generales que deben celebrarse en toda BosniaHerzegovina el próximo otoño.

Precisamente ayer, Pérez Casado inauguró en el centro de Mostar un puente reconstruido con ayuda de la UE, el primero que vuelve a unir de forma estable las dos comunidades de la ciudad separadas por el río Neretva durante la guerra que musulmanes y croatas libraron entre 1993 y 1994. Cientos de ciudadanos de ambas orillas atravesaron ayer el puente reconstruido.

Mientras, el Gobierno del presidente croata, Franjo Tudjman, disolvió ayer el Consejo Municipal (Ayuntamiento) de Zagreb, mayoritariamente controlado por los partidos de la oposición, y convocó nuevas elecciones locales. Tudjman había vetado hasta ahora a todos los candidatos a la alcaldía propuestos por el Consejo Municipal de la capital croata.