Dentistas o peseteros

Hay odontólogos (dentistas) y hay peseteros de gran estómago. Al visitar al primero puede que se encuentren con el segundo, y si el azar no se mete de por medio, no les será fácil diferenciar el segundo del primero.A mi hija, de 20 años, la llevé al dentista, le dolía mucho una muela. Le hicieron una radiografía y, sin preámbulos, nos dijeron: "La muela no tiene salvación, hay que extraerla. De extraerla son 8.000 pesetas, y en caso de que pongamos una postiza serán 25.000 pesetas más. Además tiene cuatro caries, que también habrá que curar. Las caries las cobramos a 5.000 pesetas cada una". Total, que tenía que desembolsar 53.000 pesetas. Ese día le hicieron una cura provisional y concertamos varias citas, a las que mi hija no acudió, ya que se dijo que, puesto que le tenían que arrancar la muela, iría cuando le doliera.

A mi hijo mayor, el mismo dentista le encontró nueve caries. Le curó una ese mismo día y le citó para otro día. Pensando que eran demasiadas caries en una sola dentadura, mi hijo decidió no acudir.

Mi hijo el pequeño empezó a quejarse unos meses más tarde. Le dolían dos muelas. Por cambiar, le llevé a otro dentista. Después de la preliminar exploración diagnosticó: las dos muelas en cuestión o se las extraían o les mataban el nervio. De extraerlas pagaría 16.000 pesetas, y de matarles el nervio, 25.000. Dejarlo sin dos muelas, a sus 14 años, me resultaba más barato. Ante la disyuntiva, opté por gastarme las 50.000, esto sin contar las seis caries más que encontraron en dicha exploración. Total de la operación, 86.000 pesetas.

Aquí es donde entra en juego el azar (bendito azar). El gabinete cerraba sus puertas esa misma tarde por vacaciones. A mi hijo le recetaron unas pastillas para que soportara el dolor y le dieron cita para dos meses más tarde. No pudiendo esperar tanto tiempo, le llevé a un tercer dentista. La sorpresa fue mayúscula. Las dos muelas no las extraería, pues eran caries a trabajar un poco más, y encontró dos caries más pequeñas. Total: cuatro caries, a 4.000 pesetas, más una buena limpieza, 20.000 pesetas. Como es de suponer, llevé a mis otros dos hijos. A mi hija no le extrajo la muela, pues se trataba de una caries un poco complicada, y encontró una pequeña caries más. A mi hijo mayor sólo le encontró dos caries. Saquen la cuenta.

No crean que el gabinete de este último era un cuchitril y que el tal dentista tenía pocas ganas de trabajar, todo lo contrario: gabinete cinco estrellas, amabilidad acentuada y un joven dentista simpático y enterado.

Señores consumidores: antes de que les dejen sin muelas y sin pasta algunos dentistas sin escrúpulos cuya ética profesional brilla por su carencia, pidan ustedes presupuesto por escrito y acudan a otro dentista, ¡nunca se sabe!.-