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La policía quiere que el actor que montó su suicidio pague la movilización

"Pido disculpas a los que hemos ocupado y preocupado. Pero no fui yo, fue mi personaje". El actor Mario Vedoya, de 42 años, que el pasado martes se subió a la cornisa del teatro Olimpia (Lavapiés) y simuló un intento de suicidio, quiso ayer justificar su acción, que provocó la movilización y paralización durante media hora de una veintena de personas de los servicios públicos de urgencias de Madrid (véase EL PAÍS de ayer), "Queríamos llamar la atención y asumo las consecuencias", dice el actor. La Policía Municipal, nacional, bomberos y Samur han expresado su indignación por la farsa.Hoy presentarán en la Delegación del Gobierno una propuesta de sanción contra los supuestos responsables del montaje. "Estudiamos una demanda judicial para reclamar los costes de la asistencia, algo que pagamos con nuestros impuestos todos los españoles", señaló un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía, encargado de las diligencias del caso. "No estamos para mascaradas, estamos para salvar vidas", afirmó un miembro de Samur.

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Cómico de pura cepa

Mario Vedoya se encaramó a la cornisa del Olimpia a las 20.00 del martes y se bajó media hora después para representar la función de La tuerta suerte de Perico Galápago, de Jorge Márquez. Durante esa media hora, la plaza de Lavapiés, donde está el teatro, se convirtió, en palabras del actor, en un arrebato dramático".

A las 20.08, el Cuerpo Nacional de Policía recibió una llamada anónima. Dos minutos después fueron los agentes municipales quienes recibían llamadas tanto de vecinos como de miembros de la compañía que no se identificaron. A las 20.12 ya intervenían en el lugar de los hechos dos coches de bomberos, dos unidades del Samur (ambulancias municipales), dos motos y un coche patrulla de la policía nacional y otro de la municipal.

Cinco minutos después fue el jefe de prensa de la compañía Uroe Teatro, Pape Pérez, quien llamó a todos los periódicos y a la agencia Efe para alarmar sobre el intento de suicidio de un actor de la compañía. En aquel momento, los miembros del Samur y la policía ya sospechaban que se trataba de un montaje, y los bomberos se habían retirado al haber bajado el presunto suicida del tejado.

Tanto el actor como el director de la compañía, Juan Margallo, aseguran que ignoraban que mientras se representaba el intento de suicidio de Mariano Galápago -personaje de Vedoya en la obra-, su jefe de prensa avisaba a varios medios de comunicación.

"Es el que hace de padre en el espectáculo. No recuerdo su nombre", señaló Pérez a este periódico cuando alertó sobre el suceso. El responsable de promoción trabaja desde el pasado septiembre con este grupo, formado por cinco actores. Vedoyá es uno de los principales. "Hasta las once de la noche no supe que había sido una mentira", asegura Pérez.

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Un coloquio

"Fue un arrebato dramático, quería expresar la crisis de público que atraviesa hoy el teatro"

El Teatro Olimpia es una de las sedes del Centro Dramático Nacional (CDN), unidad de producción teatral del Ministerio de Cultura. La directora de este organismo, Isabel Navarro, se enteró del suceso a la salida de un ensayo en el Teatro María Guerrero. Quienes la dieron la noticia afirman que se quedó lívida. "No entendí nada, porque además no nos habían comunicado acción alguna, ni se había solicitado ningún tipo de permiso", afirma Navarro. "Todo lo que puedo, decir es que tanto yo como el equipo de dirección del CDN sentimos estupor". El equipo al que hace referencia está formado por Lluis Pasqual, actual director del Theatre Odeon-Theatre de la Europe de París; el escenógrafo y director Gerardo Vera y el autor Alvaro del Amo.El director de La tuerta... Juan Margallo, se mostraba ayer preocupado por el incidente: "No esperaba que se armara la que se armó". Para Margallo una de las pruebas de que no fue algo premeditado ni pensado es que no se avisó a nadie, antes del evento: "Fue improvisado, si se hubiera buscado publicidad se hubiera llamado previamente a cámaras y demás medios de comunicación".

Margallo ignoraba que su responsable de prensa hubiera llamado a medios de comunicación, aunque lo hiciera cuando todo estaba casi terminando: "Cuando vi a donde se había disparado todo me puse nerviosísimo, no sabía que hacer, por supuesto he pedido disculpas porque no pensé nunca que se armará ese follón, de hecho yo, mientras ocurría todo, estaba un poco acojonado porque Mario estaba arriba del todo e impresionaba la altura y la situación".

Ello no quita que Margallo y su companía crean en la efectividad de este tipo de acciones: "Tenemos previsto pedir permiso para hacer más cosas en la puerta".

Sobre las llamadas a la policía y demás servicios de emergencia, nadie se hace responsable dentro de la compañía. Tanto Pape Pérez como algunos técnicos del Teatro Olimpia achacaron la llegada de los servicios de urgencia a las posibles llamadas que efectuaron dos personas que ellos consideran policías de paisano y que habitualmente se encuentran, según ellos, en la Plaza de Lavapiés para controlar el tráfico de drogas.

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