Visitante del Retiro

Soy un asiduo visitante del parque del Retiro y la verdad es que no recuerdo, desde hace muchísimos años ver lo que. he tenido la oportunidad de observar este último Domingo de Ramos.La forma de hacer correr a los venderores ambulantes, y en algunos casos requisando la mercancía, me ha recordado los mejores tiempos del franquismo. (Según expresión de uno- de los vendedores, "sin haber tomado posesión, ya se está empezando a notar la mano; ¿qué será cuando, el señor Aznar se siente en los bancos azules?").

Yo me pregunto: ¿tanto perjudican estas personas que venden durante algunas horas uno o dos días a la semana?

Ya sabemos todos que seguramente no pagan ningún tipo de licencias ni impuestos, pero el Retiro debería ser -como fue durante una buena época que no hace falta fechar- un lugar lúdico y para pasar una buena manana paseando.

Y si uno puede comprar unas bolas chinas, unos muñequitos de madera para sus hijos o una corbata o pañuelo (aunque también sepamos que no son de seda de primera calidad), el regreso a casa siempre resulta algo más gratificante.

Supongo, no obstante, que siempre será mejor esto que no estar pidiendo o robando cómo hacen algunos en este mismo lugar, impunemente, y que son conocidos hasta por los propios vendedores. Si éste es el diálogo y la tolerancia que nos esperan (aunque algo de experiencia ya tenemos con el señor Manzano), estamos apañados.- .