Portugal teme que la entrada de sus vecinos le haga perder su mando

La integración de España y Francia en la nueva estructura militar de la OTAN ha disparado las alarmas en Portugal, donde se teme perder el mando ubicado en Oeiras, cerca de Lisboa. Adelantándose a los demás, Portugal ha propuesto ya la creación de un mando del Sudoeste, en el que se integrarían los dos estados ibéricos y Francia y que mantendría su sede en Oeiras, aunque se turnaran a su frente militares de los tres países.Fuentes españolas consideran "prematura" la propuesta. Argumentan que. las discusiones están todavía a un nivel casi filosófico, mientras Lisboa, deseosa de ganar la carrera por la mano, va directamente al diseño final y, además, lo plantea públicamente.

No obstante, se admite que la OTAN, deseosa de ahorrar fondos, querrá aprovechar los cuarteles. generales existentes, lo que da ventaja a Lisboa.

En todo caso, la rotación al frente de un mando regional no es una idea extraña para los españoles, que la pro ponen para el Mediterráneo. España, al apoyar un solo mando para este mar, es consciente de que probablemente se quedará en Nápoles (Italia) y de que no puede aspirar a adjudicárselo, por lo que plantea la rotación de los países afectados. La rotación, no obstante, debería tener en cuenta el peso de cada uno.

La estructura de la OTAN incluye, junto a los territoriales, los llamados mandos de fuerzas, cuyo peso aumentará en el nuevo diseño. A uno de estos mandos (terrestres, aéreos o navales) sí que aspira España, aunque su asignación de penderá de lo que aporten las Fuerzas Armadas españolas.

Las previsiones apuntan a que la nueva estructura militar será aprobada por el Consejo Atlántico en su reunión ministerial de diciembre o, como máximo, en la primaveral de 1997. Hasta ahora, el Comité Militar ha aprobado un primer documento genérico (el MC400 / 1), pero Francia, que acaba de reincorporarse al Comité Militar, ha pedido que el documento vuelva a dicho organismo para su ratificación.