Economía encuentra "indicios de actuación fraudulenta" en la gestión de Huarte

El Ministerio de Economía considera que en la gestión empresarial que provocó la suspensión de pagos de la constructora Huarte hay "indicios de actuación fraudulenta". En el informe de la Dirección General de Política Económica (DGPE) sobre el caso Huarte, encargado por el Gobierno, se detallan rigurosamente las prácticas financieras de Hispano Alemana de Construcciones (HASA) en Huarte que deterioraron el balance de la constructora y que acabaron en la suspensión de pagos. Como conclusión, desaconseja la intervención estatal y del ICO en el conflicto. "Una negativa rotunda del Gobierno", sentencia el informe, "desencadenaría soluciones a los problemas de Huarte".

El Gobierno, en el informe elaborado por la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía, ha detectado "indicios de actuación fraudulenta" en la gestión empresarial de Huarte, hoy en suspensión de pagos. Tales indicios aparecen sistematizados cuidadosamente en varios tipos de actuaciones financieras practicados por Hispano Alemana de Construcciones (Hasa), sociedad matriz de Huarte, sobre su filial constructora. Ambas empresas estaban dirigidas por el equipo encabezado, entre otros, Mario Caprile y Joaquín Casasús.La conclusión principal del informe, que refleja además la resistencia de Economía a intervenir en la crisis de la constructora, queda explicada de forma suficiente en la siguiente recomendación: "Difícilmente puede justificarse una intervención pública para compensar los efectos de una gestión empresarial en la que, al menos, hay indicios de actuación fraudulenta( ... ) Hasta tanto estos extremos se hayan despejado, el ICO no debería conceder la financiación privile giada que se solicita".

Sin ayuda del ICO

Más adelante, después de recordar que la financiación del ICO "no es la única solución", sino "la más cómoda", el texto del informe va un poco más lejos: "Una negativa rotunda del Gobierno desencadenaría soluciones a los problemas de Huarte". Economía explica además que el fondo para quebrantos del ICO, dotado con 25.000 millones, "está prácticamente utilizado", por lo que no habría posibilidad material de autorizar la concesión de ayudas por parte del Instituto, evaluadas en 15.000 millones de pesetas. "La suspensión de pagos y la quiebra son dos mecanismos que garantizan el correcto funcionamiento de la economía de mercado".La DGPE explica las operaciones de Hasa que provocaron en Huarte "importantes minusvalías y una significativa sangría de recursos financieros". Estas operaciones entre partes vinculadas, operaciones de ingeniería financiera que consisten en trasaladar las pérdidas de una empresa a otra, son de tres tipos, según el informe.

La constructora Huarte, que entra a formar parte del grupo Hasa en 1986, "además de construir para terceros construye para Hasa". Esta decisión implica en la práctica que Huarte "se convierte en financiadora de los encargos de su principal accionista, ya que ésta aplaza desmedidamente el pago de la obra entregada".

El segundo grupo de operaciones vinculadas es la "cancelación de las deudas generadas por el primer grupo de operaciones". Esta cancelación, que implica una degradación severa del balance de Huarte, se realiza en la, práctica de dos formas. La primera es que Hasa traspasa a Huarte activos y pasivos específicos. Por ejemplo, el 1 de enero de 1990 Hasa canceló una deuda de 6.850 millones de pesetas mediante el traspaso de activos por valor de 20.200 millones de pesetas y de pasivos por importe de 13.350 millones, todos de la actividad constructora de Hasa.

El segundo procedimiento es "cancelar deudas con Huarte mediante entrega de inmuebles". Ejemplo: en el balance de Huarte a 31 de diciembre de 1994 se habían cancelado cuentas a cobrar contra Hasa por 10.400 millones mediante la entrega de varias promociones inmobillarias propiedad de Hispano Alemana. Es decir, "se cancelaron deudas exigibles a corto plazo mediante la entrega de activos cuya recuperación se producirá eventualmente a medio plazo", lo cual obliga a Huarte a elevar su endeudamiento bancario, lo que agrava aún más la situación. Huarte se va cargando de activos inmobiliarios y pierde solvencia.

Además, Hasa vende a Huarte diversas participaciones accionariales que deterioran la posición financiera de la constructora. Así, Huarte adquiere el 15,5% de Hotel El Viso S.A. por 1.480 millones de pesetas, aunque el valor teórico contable es de 374 millones. Dos años después Huarte vende a Hasa la misma empresa al mismo precio. Es decir, "Huarte estuvo financiando a Hasa durante más de dos años a un coste financiero nulo". Idéntica operación se repite con Puerto Atlántico Otra operación: Huarte compra el 51% de Estacionamientos Subterráneos por 7.363 millones, pero un año más tarde el valor contable no llegaba a 3.900 millones.

Estas y otras operaciones contribuyeron a generar unas pérdidas de 3 1.000 millones de pesetas en 1995 y a la suspensión de pagos de Huarte en marzo de este año. Economía calcula en su informe que, si se quiere mantener la empresa, sería necesaria una aportación de tesorería de 20.000 millones de pesetas, 10.000 millones con cargo al [imprescindible] nuevo socio y otros 10.000 generados a través de la venta de activos.