El jefe del BND en Madrid critica a sus mandos por el 'caso del plutonio'

Peter Fischer-Hollweg, de 56 años, jefe de la dependencia del espionaje alemán (BND) en Madrid, criticó ayer en Bonn a sus superiores en la central de Múnich por haberle dejado sin información y en una posición delicada ante los servicios secretos españoles. El jefe del BND en Madrid declaró ayer ante la comisión parlamentaria del Bundestag que investiga el escándalo del contrabando de plutonio. También criticó Fischer-Hollweg que el BND no hubiese respetado las promesas de pagos al agente español Rafael Ferreras, que actuó de cebo en el tráfico de plutonio, por el que cumplen condena en Múnich dos españoles y un colombiano.Las desventuras del jefe del BND en Madrid salieron a relucir de forma patente ayer en Bonn, cuando expuso que él informaba a la central desde Madrid, pero desde Múnich no había la menor reciprocidad en el tráfico de información. Lo grotesco del caso llegó a un punto máximo al explicar Fischer-Hollweg que se enteró de lo ocurrido en Múnich el 10 de agosto de 1994, tras la detención de los contrabandistas de plutonio, gracias a una información de la segunda cadena de TVE. Acusó el agente a sus superiores de haberlo dejado "en medio de la lluvia" sin información y en una posición incómoda ante los servicios españoles, que no podían creer que él no sabía nada.

Negó de forma categórica Fischer-Hollweg que el tráfico de plutonio se hubiese organizado desde la residencia del BND en Madrid, que siempre actuó según las órdenes de la central de Múnich. El jefe del BND en Madrid criticó que no se hubiesen respetado las promesas de pago al agente español Ferreras, el guardia civil retirado conocido como Rafa, porque no se puede correr el riesgo de que "un hombre salga del control". Afirmó Fischer-Hollweg que los "organismos españoles" se habían mostrado satisfechos con el desarrollo de la acción, por la necesidad de cortar la posibilidad de un tráfico con material nuclear.