Mandos de la Guardia Civil temen que desaparezca de las carreteras de Cataluña

La posible transferencia a la Generalitat de Cataluña del control de las unidades de Tráfico de la Guardia Civil ha causado sorpresa y una cierta decepción entre los mandos del instituto armado, que pensaban que el Partido Popular pondría coto a lo que consideran "cierto desmadre" en la estructura de los cuerpos de seguridad del Estado.En cambio, entre los agentes básicos este plan encuentra más simpatías, sobre todo si en un futuro próximo se les da la posibilidad de integrarse en los Mossos d'Esquadra. Los guardias creen que les supondría mejor salario y jornadas laborales más cortas. Las unidades de Tráfico de Cataluña están integradas actualmente por unos 1.100 agentes. La mayoría no ha pedido ese destino.

El modelo futuro que negocian el PP y CiU es visto con malos ojos por varios oficiales de la Guardia Civil, si supone que este cuerpo sea sustituido en las carreteras, en un plazo más o menos corto, por policías autonómicos, como pretenden los nacionalistas catalanes. El PP, en cambio, es más partidario de transferir a la Generalitat la dirección funcional de la Guardia Civil, aunque ésta seguiría manteniendo su dependencia orgánica del Ministerio de Defensa.

La alternativa del PP es mejor valorada por los mandos del instituto armado consultados, que señalan que tal posibilidad ya figuraba en un borrador elaborado durante la breve etapa de Antoni Asunción al frente del Ministerio del Interior.

Existe el temor, según las mismas fuentes, de que el Gobierno catalán, en caso de ofrecer en el futuro a los guardias de Tráfico la integración en los Mossos, efectúe una selección previa de los más preparados y rechace a los demás. "Nos quitarían a los mejores y a la Generalitat no le habría costado ni un duro su formación", comentó ayer un oficial.

La posibilidad de integrarse en las unidades de Tráfico de la Policía Autónoma es mejor valorada por guardias civiles básicos, que creen que ganarían mejores salarios y tendrían una jornada menos dura y, además, verían favorecida su estabilidad territorial en Cataluña, al no correr el riego de ser destinados "de una punta a otra del mapa" cada cierto tiempo.

La transferencia de las competencias de la Guardia Civil de Tráfico a la Generalitat sigue suscitando problemas legales que "no son de fácil solución", debido a que lo impide la vigente Ley Orgánica de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, según varios expertos en la materia. La viceministra de Interior, Margarita Robles, reclamó ayer prudencia a los negociadores del PP y de CiU y pidió que se tenga en cuenta lo dispuesto por esa ley.

El dirigente de IU Antonio Romero dijo que la Guardia Civil debe desmilitarizarse antes de transferir sus competencias de Tráfico a la Generalitat. "Pujol no podrá poner multas a través de la Guardia Civil hasta que no se convierta en un cuerpo policial desmilitarizado", aseguró.