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Rusia recuerda a Clinton que la solución del problema coreano incluye a Moscú

Antonio Caño

Rusia no quiere quedarse fuera de las eventuales negociaciones a cuatro bandas entre Estados Unidos, las dos Coreas y China, propuestas por el presidente norteamericano, Bill Clinton, durante su breve estancia en Seúl. "Rusia es la más interesada en una situación estable en un área próxima a sus fronteras" dijo ayer Mijaíl Demurin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. "Nuestra posición es que los problemas de la península coreana deben resolverse de forma multilateral, tomando en cuenta los intereses de todas las partes implicadas", añadió.

Clinton y Corea del Sur ofrecieron a Corea del Norte "negociaciones sin precondiciones" con la participación de China, para sustituir el actual armisticio, rechazado por el régimen comunista de Pyongyang, por un acuerdo formal de paz. Pese a que esta iniciativa puede ser vista como una concesión al Gobierno del Norte tras sus recientes movimientos de tropas en la frontera, el presidente Bill Clinton no fue optimista sobre la posibilidad de que las autoridades de ese país respondan pronto y positivamente a ese ofrecimiento.Un alto funcionario de la Administración norteamericana declaró, sin embargo, que China, el único país capaz de ejercer presión sobre los dirigentes de Corea del Norte, había sido informada previamente de este paso y había respondido "con comprensión". El Gobierno norcoreano ha rechazado en el pasado ofertas similares con el argumento de que el único interlocutor que acepta es Estados Unidos. Clinton descartó ayer rotundamente conversaciones bilaterales con Pyongyang sobre el futuro de la península de Corea.

"Esperamos que una reunión a cuatro partes pueda facilitar el diálogo y el intercambio entre las dos Coreas, reducir las tensiones y sirva para discutir los caminos para establecer un régimen permanente de paz en la península de Corea", manifestó el presidente surcoreano, Kim Young Sam, en una conferencia de prensa tras su entrevista ayer con Clinton en la isla de Cheju.

Corea del Norte movilizó hace 10 días, en tres ocasiones, varias decenas de soldados en la zona desmilitarizada en Panmunjom para demostrar que considera invalidado el armisticio firmado en 1953 y que, hasta ahora, había regulado la división en la península. Pyongyang ha pedido un acuerdo en el que se reconozca su legitimidad como Estado.

Diálogo sin condiciones

"El proceso de paz a cuatro partes puede conducir a una paz permanente. Empezaría lo antes posible y no tendría precondiciones", añadió el presidente norteamericano. "Esperamos y deseamos que Pyongyang se lo tome en serio", declaró Clinton, quien enseguida admitió que "no hay que esperar una respuesta positiva inmediata". "Yo estaría feliz si se produjera, pero creo que es importante que pongamos esta oferta sobre la mesa, la dejemos ahí y seamos pacientes".Para presentar esta oferta, Estados Unidos, que no tiene ningún interés en mantener una crisis abierta en la península de Corea, ha tenido que vencer la resistencia de Corea del Sur, que prefiere seguir con el armisticio para negarle todo tipo de reconocimiento a su vecino del Norte. El Gobierno de Seul temía, además, que al proponer negociaciones después del gesto de fuerza hecho por Corea del Norte la alianza Estados Unidos-Corea del Sur diera impresión de debilidad.

En ese sentido, el presidente Clinton manifestó que Estados Unidos y Corea del Sur siguen estando "unidos y firmes", y que la oferta a Corea del Norte es "simplemente un intento de responder a la necesidad de paz".

Clinton aseguró que "es necesario mantener el actual armisticio, hasta que se consiga un nuevo acuerdo de paz". Posteriormente, un portavoz estadounidense insinuó que el respeto al armisticio no será una precondición para negociar con el Norte.

Tras su estancia en Corea del Sur, Clinton inició ayer en Tokio una visita de tres días en la que reafirmará la alianza de seguridad con Japón y discutirá asuntos comerciales de interés común. La visita está precedida por la decisión norteamericana de reducir en un 20% el tamaño de sus bases en la isla de Okinawa.

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