Comienza en Suráfrica el proceso a 33 años de sistema de segración racial

El premio Nobel de la Paz y arzobispo anglicano Desmond Tutu inauguró ayer las sesiones de la Cornisión Verdad y Reconciliación, que tendrá como misión desvelar los crímenes de 33 años de segregación racial (apartheid) en Suráfrica. La primera sesión fue temporalmente interrumpida a causa de una amenaza de bomba, que resultó falsa.

"Hay gente", dijo Tutu, "que no se detendrá ante nada para tratar de impedir que la comisión desarrolle su trabajo". Las sesiones se celebran en el Ayuntamiento de East London, en la costa del océano índico. "Tenemos la misión de desenterrar la verdad de nuestro oscuro pasado para poder contribuir a curar a nuestro traumatizado pueblo", dijo Tutu.Ayer compareció un primer testigo, Nohle Mohapi, que expuso ante la comisión cómo su marido, Mapetla, murió mientras se hallaba detenido en dependencias policiales en 1976, año en que las protestas estudiantiles se extendieron por todo el país. La policía dijo que Mapetla se ahorcó en su celda. Mohapi, que entonces se sintió "inundada por el odio hacia la policía surafricana", fue secretaria del líder negro Steve Biko, cuva muerte en 1977 también en una celda policial desencadenó una protesta internacional.

Mohapi sufrió en su carne el odio racial, ya que como activista antiapartheid fue torturada. "Te quemaban con cigarrillos la planta de los pies y te cubrían la cabeza con un saco para asfixiarte. Me decían que nunca saldría viva de mi celda. La suciedad se acumulaba en los detenidos hasta que nos cubrían las hormigas. Matar hormigas era uno de nuestros entretenimientos".

En los próximos días declararán un total de 28 testigos. La comisión, integrada por 17 personas seleccionadas entre destacados representantes de la sociedad surafricana, tiene dos años para completar su tarea y redactar un informe final. La comisión tienen la potestad para amnistiar, cuando corresponda,, a los responsables de haber violado los derechos humanos, pero deberán confesar sus delitos.