Cuatro antenas intercomunican el dispositivo
El gran cerebro que la EMT quiere instalar en Fuencarral para que controle sus autobuses necesita terminales nerviosos que le envíen la información.Para que los 150 autobuses inteligentes se comuniquen automáticamente con el puesto de control central hacen falta cuatro grandes antenas enclavadas en los puntos cardinales de la ciudad. Su misión: mantener intercomunicadas todas las partes del Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE).
La EMT ya tiene instaladas las cuatro "estaciones base". Eso sí: el proceso ha sido trabajoso. Primero se tuvieron que buscar los lugares idóneos en las cuatro esquinas de la ciudad: Pinar de Charnartín, Plaza de España, barrio de Carabanchel y barrio de Vallecas.
En la plaza de España no hubo dudas: la Torre de Madrid ofrece desde siempre las mejores perspectivas para estos asuntos relacionados con las telecomunicaciones. De hecho, el tejado de este emblemático edificio se encuentra abarrotado de grandes antenas.
En los otros puntos también se buscaron edificios altos y que fueran capaces, por la localización, de emitir señales que no quedaran dentro de lo que los especialistas del ramo denominan "zonas de sombra". Esto es, deteminadas áreas muy proclives a las interferencias radiofónicas.
La estación más potente es la de la plaza de España. "Ella sola bastaría para garantizar el servicio en toda la ciudad", explica Tomás Burgaleta, gerente de la EMT.
"Con las otras tres, por consiguiente, se refuerza la cobertura; si hubiera una avería en cualquiera de las cuatro estaciones, el sistema seguiría funcionando casi perfectamente", añade Burgaleta.
En un momento se pensó en que las comunicaciones entre los autobuses y el centro de control estuvieran canalizadas por un satélite. Pero al final, los técnicos opinaron que era mejor cuatro estaciones terrestres.
"El satélite viene bien para una zona más pequeña", explica Burgaleta. "Para una ciudad como Madrid era indispensable un sistema como el que hemos instalado", precisa el gerente. El sistema empezará a funcionar en noviembre, con los autobuses inteligentes y los otros 650 vehículos a los que se les van a reforzar las comunicaciones por radio".
Pero esto es sólo el principio, ya que por las cuatro antenas pasará, en el futuro, toda la información que emitan o reciban los autobuses madrileños.
Una vez localizados los edificios, los empleados de la EMT abordaron un problema menos técnico, pero igualmente difícil: hablar con los vecinos para gestionar los permisos para la instalación de la antena. En algunos casos, las comunidades de propietarios cobran a la Empresa Municipal de Transportes hasta 300.000 pesetas al mes. "Les pagamos el portero", explica, en tono burlón, Burgaleta. En la actualidad, las cuatro estaciones de radio se encuentran ultimando el periodo de pruebas.
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