EE UU defiende el derecho a adoptar represalias y Europa apela a la cordura

Estados Unidos ha renovado su apoyo a Israel y defiende su derecho a adoptar represalias contra las guerrillas del proiraní Hezbolá (Partido de Dios), mientras las capitales europeas hacían llamamientos a la moderación para tratar de desactivar una crisis que está poniendo en peligro el proceso de paz en Oriente Próximo. El portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, ha hecho recaer sobre Hezbolá la responsabilidad de la escalada militar. "Sus violentos ataques con cohetes contra la población civil del norte de Israel son el origen, en gran parte, de esta última serie de enfrentamientos".Burns añadió que "sólo existe una forma de poner fin a los combates actuales: que Hezbolá deje de atacar". El secretario de Estado, Warren Christopher, justificó el jueves en los mismos, términos los ataques israelíes.

Por su parte, Francia se ha mostrado "preocupada por la escalada de violencia" y ayer se dedicó a tratar de buscar una solución. El presidente Jacques Chirac habló por teléfono con Bill Clinton y con el primer ministro israelí, Simón Peres, mientras el jefe de la diplomacia francesa, Hervé de Charette, se ponía en contacto telefónico con su homólogo libanés, Fares Bueiz, y dirigía un mensaje a los ministros de Exteriores de Siria e Irán en el que les expresaba "la necesidad de todas las partes implicadas en el conflicto de hacer gala de la más extrema moderación".

Inquietud de Moscú

Los Gobiernos de Moscú y Londres también han pedido a las partes implicadas "actuar responsablemente". El Ministerio de Exteriores ruso indicó que, aunque Rusia condena los ataques de Hezbolá, "no puede dejar de inquietarse al ver de nuevo violada la soberanía de Líbano". El Gobierno británico pidió a Israel que modere su actuación, ya que "el ataque a centros de población en Beirut y otras partes de Líbano sólo conduce a una escalada del conflicto y a hacer más difícil el proceso de paz" en Oriente Próximo.

El ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, exhortó por su parte a su homólogo israelí, Ehud Barak, a acabar con "el círculo vicioso de los ataques y las represalias", mientras que la Unión Europea, en un comunicado de la presidencia italiana, pedía a todas las partes "la máxima moderación".

La organización proderechos humanos Amnistía Internacional también pedía ayer el fin de los bombardeos y se preguntaba si las advertencias difundidas por Israel a la población de Líbano tenían realmente como finalidad evitar víctimas civiles o pretendían aterrorizar a la gente y hacerla huir de sus hogares".

La Liga Árabe denunció ayer los bombardeos e invitó a la comunidad internacional a "tomar medidas urgentes para forzar a Israel a respetar la soberanía de Líbano".