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La autovía M-45 echa a andar

La tercera gran carretera de Madrid, después de la M-30 y de la M-40, ha echado a andar El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ha convocado tres concursos restringidos para encargar a empresas de ingeniería los estudios sobre tres tramos de la futura M-45 (entre la M-40 y la M-50), que unirán a través de un corredor de asfalto (30 kilómetros) las, carreteras de Extremadura (N-V), Toledo (N-401), Andalucía (N-IV) Valencia (N-III) y Barcelona (N-II). Es el primer paso oficial de un proyecto que el Partido Popular incluyó en su programa electoral como la principal apuesta de infraestructura viaria para el fin de siglo en la región. La Comunidad de Madrid sacará de sus presupuestos el dinero necesario para hacer esta autovía: unos 30.000 millones de pesetas.Sólo el tramo de dos kilómetros que atravesará el nuevo Vallecas (un barrio de 20.950 viviendas donde vivirán cerca de 60.000 personas) se pagará con dinero privado: el que se verán obligados a pagar los promotores inmobiliarios que quieran levantar las casas de la miniciudad (tendrá tantos habitantes como Guadalajara).

Antes de que finalice la legislatura, en mayo de 1999, la consejería de Obras Públicas, promotora del proyecto, tiene previsto finalizar el tramo central de la M-45, entre el norte de Leganés y el eje de O'Donnell, según explicó a este periódico Francisco Javier de Águeda, director general de carreteras de la Comunidad de Madrid. "En junio adjudicaremos los estudios informativos sobre los tres tramos de la M-45 para ver las posibles variantes. Luego sacaremos esas variantes a información pública y haremos el estudio de impacto ambiental para redactar los proyectos definitivos", explica Águeda que considera "muy importante" el proyecto: "Conectará las dos zonas que tendrán más desarrollo en el futuro, el sur y el corredor del Henares".

Para que la M-45 arrancase, la Comunidad ha tenido que concertar con los ayuntamientos afectados (Madrid, Leganés, Getafe, San Fernando de Henares y Coslada) su proyecto. Las principales dificultades surgieron con el Ayuntamiento de Madrid en torno al tramo de la autovía que atravesaba el nuevo Vallecas. Los obstáculos políticos desaparecieron el martes pasado, cuando los técnicos de la Comunidad y el Ayuntamiento acordaron con los políticos dos vías (la M-45 y la Gran Vía del Sureste) que se unirán en el barrio de Vallecas con una anchura de unos 150 metros: justo la media aritmética de lo que pedían ambas administraciones (200 y 100 metros, respectivamente).

Sin plan regional

Los técnicos municipales ven complicado encajar la solución salomónica para Vallecas

Curiosamente, la M-45 discurrirá por una parte del trazado de la Gran Vía del Sureste que el nuevo Plan General primero dibujó (en la fase de avance) y borró luego (en la aprobación provisional).Según explicó el entonces director de la Oficina del Plan y actual gerente de Urbanismo, Luis Rodríguez Avial, en enero de 1995, las protestas de los alcaldes de los municipios por los que transcurría (Alcorcón, Getafe y Leganés) hicieron que se acortasen los 55 kilómetros previstos de la Castellana del Sur (que Rodríguez Avial gustaba de denominar Gran Vía de Felipe VI, en homenaje al Príncipe de Asturias).

El director general de carreteras de la Comunidad, Francisco Javier de Águeda, cree, sin embargo, que el plan borró ese tramo porque no afecta al término municipal de Madrid.

Ahora el Gobierno regional rescata de nuevo y aumenta la idea inicial. En vez de una vía urbana de 55 kilómetros será una autovía de la que ya están construidos dos tramos: la variante norte de Getafe y el bypass de la N-IV (carretera de Andalucía).

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