Un dolor de cabeza
El Jueves Santo. Mi mujer tiene un dolor de cabeza espantoso. Solamente hay una aspirina en casa. Miro los periódicos para ver las farmacias de guardia. Mi pueblo no aparece. Llamo a mi monopolio (una farmacia para más de 4.000 personas y una extensión en superficie enorme). Me dicen que no están abiertos hoy ni mañana. ¿Adónde tengo que ir? Me dicen que a Ajalvir o a Daganzo, cerquita. Tomo el coche. Aspirinas muy caras: 630 pesetas (21 kilómetros por 30 pesetas). Las grandes superficies están abiertas; mi estanco de medicinas no.-
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