La Cuadrilla recrea la picaresca española
El filme 'Matías, juez de línea' hace brillar de nuevo a los actores secundarios
La Cuadrilla ha abierto de nuevo la puerta de atrás. Y de ella ha salido otro personaje de segunda fila. Si con Justino le dieron la alternativa a un puntillero, con Matías sele han ofrecido a un juez de línea. Tras su éxito con Justino, un asesino de la tercera edad, los directores Luis Guridi y Santiago Aguilar, conocidos con el sobrenombre de La Cuadrilla, estrenan el próximo viernes su segundo largometraje. Matías, juez de línea supone toda una recreación de la más pura picaresca española, en el que brilla de nuevo el trabajo de los actores secundarios.
Primero fueron los toros, ahora es el fútbol y en el futuro será la política. Una trilogía con la que los miembros de La Cuadrilla están decididos a sacar del anonimato a los personajes de segunda fila, aquellos en los que uno nunca se fija. Con Matías, juez de línea, Luis Guridi y Santiago Aguilar han puesto su mirada en un juez de línea de cualquier campo de fútbol español, aquél que corre por la banda con una banderola en la mano. Con guión de la propia Cuadri lla, la película narra la historia de Matías, un juez de línea al que su honestidad le lleva a pitar un penalti en un partido que supone la eliminación del equipo español de un Mundial de fútbol. Huyendo del linchamiento, Matías se refugia en San Amancio, el pequeño pueblo de la costa gallega donde nació y cuyos habitantes se dedican en exclusiva al contrabando de Licor del santo. Allí la picaresca es la que reina, desde el cura del pueblo, orgulloso de que sus feligreses se dediquen al contrabando y no al narcotráfico, hasta el padre de Matías, El Pellejo, el borracho y mentiroso oficial. El Pellejo consigue que el "juez de línea" sea tomado por ', juez" a secas Aunque Luis Guridi y Santiago Aguilar deseaban que La Cuadrilla muriera con Justino ... 1 no lo han conseguido."Queríamos cambiar de nombre; de hecho pensamos habernos llamado La Plantilla y para la tercera película La Carnarilla, porque implicaba una cierta continuidad, pero los responsables de prensa nos recomendaron que iba a ser un jaleo. Creíamos que iba a ser más fácil y ahora tenemos que estar todo el día explicando por que, no nos hemos cambiado de nombre", asegura Aguilar. A su lado, Guridi niega que intenten ocultarse bajo el nombre de La Cuadrilla. "El nombre viene de la época en la que hacíamos cortos y éramos mucha gente. La Cuadrilla no somos sólo nosotros dos. La Cuadrilla incluye al director de fotografía, al director artístico, al músico y a muchos más. Sólo somos los rostros, los que se tienen que fastidiar y salir en la foto", asegura uno de sus componentes. El éxito conseguido con su primer largo, aparte de sorprenderles y de quitarle importancia, les obliga a remachar que Matías no es la segunda parte de Justino. El presupuesto se ha doblado. Justiño fue rodada en blanco y negro, en cuatro semanas y utilizando siempre el mismo lado de un coche de policía porque sólo tenían una mitad, y Matías lo ha sido en color, siete semanas y con un barco entero a su disposición. "Lo único que esperamos es que haya un reajuste normal a la hora de ver esta película. Matías es distinta que Justino, Queremos que la gente la vea como algo autónomo. Eso es lo único que nos condiciona y nos preocupa, porque nosotros la hemos hecho pensando que es otra película, sin atarnos a lo que conocemos".
Aunque sean dos películas diferentes hay algo que une a Justino y Matías. Aparte del mismo equipo técnico, los dos filmes apuestan claramente por los actores secundarios, un calificativo que rechaza La Cuadrilla si por ello se entiende actores de segunda. Aunque no pueden negar que a actores como Carlos Lucas o Saturnino García su participación en Justino les supuso un espléndido espaldarazo. Nombres de la talla de Carlos de Gabriel, Alex Angulo, Ramón Barea, Alicia Sánchez, Paco Algora, Juan Polanco y el mismo Carlos Lucas y Saturnino García, con muchas y excelentes horas de trabajo a sus espaldas, dan vida a los personajes del filme., ."Somos iguales que todos. Todos los actores somos de reparto, a todos los actores nos reparten algo, a unos más y a otros menos", dice Carlos de Gabriel, que hace el papel de Matías.
"Nosotros no damos la alternativa a nadie. Si acaso, han sido los actores los que nos la han dado a nosotros. No pretendemos sacar del anonimato a nadie, aprovechamos las actitudes que tiene cada uno. Nos interesan unos valores, como la manera de ver la vida, el físico, la voz, el poder charlar con alguien y tomarte una caña", aseguran los dos directores.
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