Desidia y prepotencia
¿Se acuerdan de las inundaciones del verano pasado? ¿Y de la zona más afectada de la provincia de Madrid -una urbanización en Monte Rozas-?¿Y de las imágenes que se vieron en televisión: chalets nuevos, garajes llenos de agua hasta una altura de metro y medio, paredes reventadas, barro por todas partes?
En aquellas fechas (agosto de 1995), el Ayuntamiento de Las Rozas (en especial el señor alcalde) aseguró, prometió, juró arreglar de inmediato lo que la constructora San Román había dejado de hacer: unos desagües nuevos para la calle, unas aceras en condiciones, de modo que ya no pudieran repetirse estas catástrofes.
Los vecinos de la calle Micenas esperaron ocho meses (¡ocho!). No ocurrió nada. Por fin decidieron arreglar su acera ellos mismos: en un fin de semana todo el vecindario ayudó en la gran obra: hombres, mujeres y niños. El domingo por la noche todo estaba listo.
¿Qué piensan ustedes que pasó el lunes? Exactamente: vino la policía, la Guardia Civil, y una gran máquina para romper lo que se había hecho. Todo ello por orden del excelentísimo señor alcalde de Las Rozas.-
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