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Los problemas de la justicia italiana enfrentan Fini y Berlusconi

"La frase de Berlusconi no me gusta" ha contestado Gianfranco Fini, jefe de la Alianza Nacional, a la pregunta de qué piensa cuando el líder de Forza Italia, su aliado, compara a los fiscales de Milán con una banda de delincuentes. Las diferencias sobre la justicia han aflorado en la campaña electoral italiana, rompiendo la homogeneidad del Polo de la Libertad. La polémica ha sido acentuada por el avance de las investigaciones que afectan a Silvio Berlusconi, pero también por la absolución del ex fiscal Antonio Di Pietro, que declara que no tomará partido por ningún bloque antes de las elecciones.

Di Pietro reafirma así su incompatibilidad total con la mezcla de negocios y política que Berlusconi representa y con la actitud del líder de Forza Italia (FI) frente a los jueces. El célebre ex fiscal, que inició las investigaciones contra el propietario de Fininvest, ha decidido no concretar las simpatías por el centro-derecha reformista. Varios de sus colaboradores se presentan a las elecciones con el centro-izquierda, dos de ellos en las listas de Lamberto Dini.Di Pietro, forzado a no presentarse porque su absolución llegó después del 18 de marzo, día de cierre de las candidaturas, se abstendrá de apoyarles. Queda, pues, en barbecho un valor electoral seguro, que, según los sondeos, tendría garantizado más del 20% de los votos, lo que no es poco cuando los mismos sondeos siguen prediciendo el empate entre el Polo y el Olivo. Y si el empate llegara, es claro que el fiscal podría ser una de las bazas para salir del atolladero. Pero difícilmente la jugará en el campo de Berlusconi.

En la carta que tenía previsto publicar hoy para explicar su actitud, Di Pietro insiste en denuncias que, apuntan el actual líder de Fl y del Polo. "Habrá que entender quién y por qué motivo ha fabricado informes infamantes contra mí. Faltan varios de los verdaderos protagonistas del intento de deslegitimación de que he sido objeto", afirma el magistrado, que precisa no haber exculpado nunca a los acusados de haber tramado el compló: Paolo Berlusconi, hermano de Silvio, y el ex ministro de Defensa y abogado de Fininvest Cesare Previti.

Vittorio D'Aiello, abogado próximo a Di Pietro, ha declarado que el ex fiscal colaboraría sin dudar con Fini si éste se apartara de Berlusconi, y ha apoyado el rumor de que el líder de Alianza Nacional (AN) proyecta proponer a Di Pietro como jefe del Gobierno, en vez de Berlusconi, si se produce el empate. Fini trata de controlar una situación en la que se juega mucho. Su partido tendría ya tantos votos como Forza Italia, según los sondeos, en el contexto del Polo. "Es tonto pensar que se pueda romper una alianza por enrolar a un ciudadano que tal vez no tenga simpatía por uno de los componentes del Polo, aunque el ciudadano en cuestión sea tan importante como Di Pietro", ha dicho en relación con el comentario del abogado D'Aiello.

Berlusconi, "víctima"

Pero, al mismo tiempo, Fini toma distancia frente a los ataques de Berlusconi a los jueces. El hecho de que lo haga con delicadeza, añadiendo que lo que dice Berlusconi "se puede explicar porque se siente víctima" y afirmando que "es evidente que las investigaciones sobre él han sido encarnizadas", no frena los ataques de respuesta de los fieles de su aliado.

"Los de AN tienen mucho que aprender", dijo ayer Giuliano Ferrara, asesor del líder de FI, aludiendo a las raíces neofascistas del partido de Fini. "Fini tiene el problema de contener al ala justicialista de su partido", comentó otra diputada de Berlusconi.

Lo cierto es que el partido de Fini se caracterizó en el pasado reciente por su firme apoyo a los jueces y por su absoluta oposición a todo lo que ha representado Bettino Craxi. El progreso de las, investigaciones sobre la presunta corrupción de los jueces romanos por parte de Berlusconi, ya procesado por corrupción de policías fiscales, y sobre un presunto pago de Fininvest a Craxi plantea problemas claros en ese contexto.

Dinero de Fininvest llegó a la cuenta de Craxi

Un testimonio y una documentación suiza esgrimen los fiscales de Milán para demostrar que unos 1.200 millones de pesetas llegados en el mes de octubre de 1991 a una cuenta del exlíder socialista Bettino Craxi procedían de Fininvest y, por tanto, de Silvio Berlusconi.El testimonio corresponde a Giorgio Ferrecchi, el operador suizo que tenía a su cargo la cuenta All Iberian de la que partió el pago. Ferrecchi declaró el pasado lunes en Lugano que el responsable económico de la cuenta era Fininvest, y que él pagó por orden de Giorgio Vanoni, directivo del grupo de Silvio Berlusconi.

La documentación ha sido remitida por las autoridades suizas, que no admiten su uso en relación con el delito de financiación ilegal de partido. Para incluirla en el proceso preliminar que se sigue contra Craxi y Berlusconi, los fiscales acusaron ayer al dueño de Fininvest de falsificación contable.

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