Rajoy dice que los acuerdos deben ser públicos, no la negociación

, Mariano Rajoy, vicesecretario general del PP, no lo sabía. Pero le parece normal su ignorancia sobre la reunión que mantuvieron el domingo su presidente, José María Aznar, y el presidente la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol. "Es muy difícil estar dando a conocer día a día todos y cada uno de los puntos que se están hablando", aseguró ayer en declaraciones a la SER. Por no saber, no sabe siquiera si será ministro, porque negó que Aznar se lo hubiera comunicado. Ni a él ni a ningún otro. "Me consta que nadie ha comunicado nada a nadie".Secreto total. Y, en su opinión, lógico y justificado. Mariano Rajoy distinguió entre negociación y acuerdo. Esta diferenciación es lo que, en opinión de Rajoy, permite ahora al Partido Popular mantener el sigilo sobre las negociaciones. Y le permitió en el pasado censurar a Felipe González. Fue el secretismo de los acuerdos lo que el PP criticó, no el secretismo de las negociaciones que es práctica normal. "Yo no conozco ninguna negociación que sea pública, radiada, televisada o escrita en un medio de comunicación", dijo.

En esta línea, Rajoy no fue muy explícito, aunque sí dijo los temas que se estaban tratando, e incluso se mostró satisfecho con lo poco que se conoce. "Las cosas van bien", dijo. "Hay acuerdo en los objetivos fundamentales que hay que abordar en los próximos años". Enumeró estos objetivos: cumplimiento de los requisitos de convergencia, desarrollo del Pacto de Toledo, política económica, normalidad institucional y -claro está- "también el desarrollo autonómico, donde hay temas importantes que abordar", advirtió.

Acuerdo en los medios

Aunque reconoció "acuerdo en los medios" para lograr esos objetivos, no dijo de qué medios hablaba. Todo se intentará concretar antes de la investidura, pero ya adelantó que "hay muchas cosas que dependen del conocimiento exacto de los datos económicos que, lógicamente, nosotros ahora, por no estar en el Gobierno, no tenemos".

Y ¿cómo será el acuerdo? Pues, habida cuenta que el PP tiene "vocación por un gobierno estable" y la estabilidad sólo es posible cuando los temas están atados, "un acuerdo de estas características debe llevar un cierto compromiso". "Es decir", aclaró, "no es nuestra intención que Aznar sea investido presidente para, al día siguiente, tener que empezar a negociar punto por punto todos los tenias".

Rajoy quitó importancia a lo del "cero patatero" con que Arzalluz había calificado los encuentros entre el PP y el PNV. Él, al menos, no cree que las cosas estén tan crudas. "Creo", dijo, "que le hemos dado un buen repaso sobre todo al Estatuto de Gernika. Creo", repitió, "que las cosas están razonablemente bien. Creo que la afirmación es un tanto exagerada".