Las casas afectadas por el gran Barajas recibirán 16.000 millones para aislarse

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La última palabra en urbanismo la tiene el Gobierno regional. Y el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, se ha comprometido con Borrell a impedir que se levanten casas cerca de Barajas (industrias y oficinas sí podrán planificarse).

No obstante, el ministro en funciones aseguró ayer con firmeza que parará la firma de la Declaración de Impacto Ambiental "si es contraria a los criterios del Partido Popular". La firma del texto está prevista para el próximo 10 de abril. Inmediatamente después se iniciarán los trámites para dejar paso a las máquinas, dijo Borrell en la rueda de prensa posterior a la reunión informativa con los alcaldes. Las expropiaciones están en marcha desde 1994. La ampliación consta de una nueva pista de 4,1 kilómetros, así como otro edificio terminal y otro para embarque de pasajeros. Su presupuesto asciende a 127.000 millones.

Diecisiete menos uno

Con el visto bueno de la Comunidad de Madrid asegurado, Borrell no cuenta con los para bien de los alcaldes de los pueblos que tendrán que crecer de espaldas al aeropuerto. Se trata de Coslada, Algete, San Sebastián de los Reyes, Alcobendas (cuyo regidor, José Caballero, no pone pegas), Tres Cantos, San Fernando de Henares, Fuente el Saz, Paracuellos del Jarama, Ajalvir, Campo Real, Cobeña, Daganzo, Fresno del Torote, Loeches, Mejorada del Campo, Rivas Vaciamadrid, Valdeolmos y Velilla de San Antonio. Los alcaldes de los ocho primeros constituyeron la semana pasa da una comisión permanente para plantear sus cuitas, dentro del margen que les deja lo avanzado del proceso de ampliación.

No sólo les inquieta la cuestión urbanística. El alcalde de Coslada, que se ha erigido e portavoz no oficial de los demás, mostró ayer su desconcierto porque la Declaración de Impacto no dice que ésta sea la última ampliación de Barajas. El texto concede a AENA un plazo de tres años para efectuar estudios sobre otros emplazamientos "en el entorno de Madrid" si es necesario que crezca aún más la capacidad del aeropuerto, pero también permite evaluar la extensión de Barajas. "En reuniones anteriores, Borrell aseguró que no cabía esa posibilidad", protesta.

El director del aeropuerto, Juan Lema, aseguró la semana pasada que Barajas no crecerá más.

Los regidores han sido excluidos de la comisión de seguimiento y vigilancia del ruido aeroportuario, que la formará AENA. La empresa deberá hacer informes trimestrales y bianuales del ruido. Tendrán que hacerse públicos y ser remitidos a la comisión de gestión del dinero, de la que sí forman parte.

La Declaración de Impacto incluye numerosas medidas correctoras. Por ejemplo, la restricción de despegar de noche a las aeronaves más ruidosas. El aeropuerto les prohibirá esa operación (no el aterrizaje) entre las, doce de la noche y -las seis de la mañana. A partir del 2000, la restricción se impondrá entre las 23.00 y las 7.00.

El director general de Impacto Ambiental, José Ramón González Lastra, ha asegurado que en el 2010 los ruidos producidos por los aviones serán muy inferiores, ya que la normativa internacional restringirán el uso de las aeronaves más ruidosas. Según los cálculos del MOPTMA, si ahora son 40.000 los vecinos sometidos a más de 65 decibelios (día) y 55 decibelios (noche), cuando cambie el milenio serán 26.000, y al final del plazo de ampliación los aviones serán molestos sólo para 6.000 personas.