Los militares rusos 'matizan' el plan de paz del Kremlin para Chechenia
El líder ruso, Borís Yeltsin, promulgó ayer un decreto en el que se concreta el ambicioso plan de paz en Chechenia anunciado el domingo, pero la mayoría de los políticos rusos se muestran escépticos. Las declaraciones del comandante de !las fuerzas federales en Chechenia, general Viacheslav Tijomírov, muestran que los militares interpretan a su manera el plan de paz propuesto por Yeltsin: "Las conversaciones a través de mediadores con [el líder independentista Dzhojar] Dudáiev sólo pueden tratar sobre la entrega de sus armas y en ningún caso sobre concesiones".
Las palabras de Tijomírov contradicen, cuando menos, el espíritu de lo dicho por Yeltsin, quien, a pesar de la resistencia de su equipo, se mostró dispuesto a negociar, a través de mediadores, con Dudáiev. Por supuesto que el líder ruso no espera que el presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáyev, o el de Tatarstán, Mintimer Shaimíyev -ambos candidatos a mediadores-, acudan a donde Dudáiev para tratar de convencerle de que entregue las armas y de hecho capitule. Tijomírov, además, dijo que los militares "se reservan el derecho a reaccionar adecuadamente a las acciones provocadoras" de los guerrilleros, y subrayó que "el cese de las acciones militares por parte de las fuerzas federales no significa que cesen las operaciones especiales para desarmar a las formaciones de bandidos".
Ataque checheno
El comandante de las tropas del Kremlin en Chechenia se vio obligado, sin embargo, a ordenar el cese de las operaciones militares, a pesar de que los guerrilleros lanzaron una serie de ataques en la noche del domingo después de que Yeltsin anunciara su plan de paz. En estos ataques, los chechenos mataron a 28 soldados e hirieron a 75. La mayoría de las bajas se produjeron cuando una columna militar cayó en una emboscada de los independentistas en el distrito montañoso de Vedenó, donde Dudáiev tiene su base, y contra ella los rusos lanzaron la semana pasada una, ofensiva que ahora han debido interrumpir.
Estados Unidos, por su parte, apeló a los guerrilleros chechenos para que acepten el plan de Yeltsin.
Por otra parte, cinco destacados liberales rusos, entre ellos Elena Bonner, viuda del premio Nobel de la paz Andréi Sajarov, y, Sergei Kovalyov, activista de los derechos humanos y gran opositor de la guerra en Chechenia, anunciaron u apoyo a la candidatura de Grigori YavIinski para las elecciones del 16 de junio.
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