Los presidentes de plazas de toros, contra la degradación de la suerte de varas por su violencia

Los presidentes y delegados de las plazas de toros, reunidos en Sevilla durante la pasada semana, consideran que la actual suerte de varas "sufre una degradación injustificable por la violencia innecesaria que se produce sobre el animal". Seguidamente, asumen su parte de responsabilidad, exigen la dosificación del castigo y que las reses reciban, al menos, dos puyazos en las plazas de primera y segunda categoría "para evitar que la fiesta se degrade irremisiblemente".Ésta es una de las conclusiones a que han llegado unos 80 funcionarios policiales, que ejercen como presidentes y delegados en las plazas de toros de las capitales de provincia, durante las jornadas que han celebrado en Sevilla para unificar criterios en la aplicación del nuevo reglamento taurino. Estas jornadas, que se organizan por segundo año consecutivo, fueron clausuradas por el subdirector general de gestión de la policía, Luis Fresneda, quien señaló que la regulación de este espectáculo no es insustancial "porque nos estamos jugando su futuro".

Los responsables de los festejos taurinos han elaborado un extenso documento sobre diversos aspectos de la normativa taurina, en cuyas conclusiones se incluyen propuestas de modificación del reglamento dirigidas al Ministerio del Interior. Constatan el uso exagerado y antirreglamentario del indulto. Proponen que se estudie su supresión y, mientras tanto, que se exija el rigor más absoluto en el cumplimiento del mismo.

Otra propuesta de modificación se refiere al artículo 57. 1, que señala que el ganadero podrá presentar otro toro en lugar del que se sea rechazado en el reconocimiento por supuesta manipulación de astas. Los presidentes consideran que los datos de estos animales deben ser remitidos a- un centro de coordinación para su inmediata difusión a fin de que esas reses no sean aceptadas en otras plazas.

Defienden la liberalización del peso de los novillos y desean que se abra un debate sobre la posibilidad de eliminar el peso de las reses y su utilización como elemento primordial en la determinación del trapío. Destacan el escrupuloso sentido profesional de su cometido, y señalan que "el hecho de estar en una sociedad cada vez más celosa de sus derechos nos obliga a extremar el rigor en nuestras actuaciones y, sobre todo, en aquellas que signifiquen restricciones de derechos o formen parte de expedientes sancionadores".

Presidentes y delegados acordaron, asimismo, que los equipos gubernativos remitan a los laboratorios el mayor número posible de análisis biométricos o astas de reses lidiadas, a fin de confeccionar una base de datos sobre las características de los macizos córneos de los distintos encastes.

También han sido objeto de análisis la idoneidad de las plazas portátiles, el desarrollo normativo de los servicos médicos y quirúrgicos, las corridas-concurso, el número de sobreros y de caballos de picar y el modelo de petos.