'SPRAY', CEPILLOY AGUA
Antonio Giménez, alcalde de Malpartida de Cáceres, ha puesto las cosas difíciles para los grafiteros locales. El regidor pensó que alguna solución había que encontrar para terminar con las indiscriminadas pintadas que rompían la armonía plástica de unas fachadas encaladas y limpias. Antonio, un hombre de aspecto tranquilo, carácter bonachón y dialogante, no creyó oportuno "Judicializar la vida municipal", porque tampoco era cuestión de llevar a los jóvenes ante los tribunales por unas pintadas, pero algún castigo sí que merecían. Y el alcalde, previa consulta con los padres de los jóvenes grafiteros, optó por una solución más pragmática y menos gravosa para el futuro currículo de los chavales. Así, todos los sábados puede verse a los adolescentes grafiteros, cepillo y botella en mano, dale que te pego con ejemplar desparpajo, dejando las paredes que antes pintaron como los chorros del oro. Y es que ya lo dice el refrán: "El que bien tiene y mal escoge, de lo que venga no se enoje".-
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