Primer contacto sirio-israelí tras dos meses de ruptura

Altos funcionarios sirios e israelíes compartieron ayer una mesa de negociación sobre terrorismo y seguridad, por vez primera desde hace dos meses, tras la paralización, el 31 de enero, de las conversaciones de paz bilaterales celebradas en EE UU. El hecho tuvo lugar en la reunión del grupo de trabajo sobre seguridad del Comité de Barcelona, que reúne a la troika de la Unión Europea (UE) con sus doce socios de la ribera sur mediterránea para desarrollar el programa aprobado el pasado noviembre en la Conferencia Euromediterránea."En estos momentos de enorme tensión en el Próximo Oriente es importante que puedan reunirse sirios e israelíes aunque sea en un encuentro multilateral; es el único marco que lo permite", manifestó el representante español, Miguel Ángel Moratinos, uno de los arquitectos del proceso de Barcelona. Los progresos diplomáticos se leen a través de pequeños signos, más aún en esa conflictiva región. Por eso, algunos recordaron que fue tras la Conferencia de Barcelona cuando se emprendieron las negociaciones para el proceso de paz bilateral, ahora paralizadas. La declaración aprobada entonces constituye el único agarradero común, en lo tocante al terrorismo, para ambas partes.

Combatir el terrorismo

El grupo de trabajo propuso al plenario del comité, que se celebrará en abril, "posibles acuerdos para prevenir y combatir el terrorismo", aunque sin concretar más: el representante de Damasco sigue defendiendo que no deben incluirse bajo este concepto las acciones armadas contra los ocupantes extranjeros. En sus conclusiones orales, el presidente, el italiano Antonio Badini, emitió una condena genérica de las acciones terroristas en nombre de los 27 países, algo imposible en otros cónclaves.

Desde un punto de vista práctico, fue significativa la insistencia siria en proponer la celebración de un Madrid 2, en referencia a la conferencia que abrió en 1991 el proceso de paz entre Israel, Palestina y Jordania. La propuesta pretende hacer balance de lo conseguido desde entonces e intentar un desbloqueo de las tareas pendientes, entre otras el desbloqueo del proceso de paz entre Siria e Israel. El delegado de Israel, país que no es entusiasta de esta fórmula, tomó, sin embargo, nota de la misma, asegurando que "cualquier iniciativa práctica sería bienvenida". El Gobierno de Simón Peres sigue esperando de Hafez el Asad una condena expresa de los últimos atentados que han costado la vida de unas 60 personas.

Los 27 desbrozaron también un plan de actuaciones más genérico sobre seguridad en el Mediterráneo, que incluiría medidas para prevenir incidentes en alta mar, la creación de una célula de prevención de conflictos, la insistencia en la democratización política y un mecanismo de comunicación permanente entre todos los socios. Eso sí, todos los árabes reiteraron su reivindicación de que Libia se incorpore al foro, lo que volvió a topar con la negativa de la UE.