Bossi presenta la 'Constitución del Norte' y llama a la lucha para independizarse de Italia

Ayer nació una nación. Se llama Padania y sus componentes son los padanos, "una comunidad de pueblos no latinos". Lo afirmó, como "un hecho histórico irreversible", Umberto Bossi ante unos 10.000 fieles de la Liga Norte reunidos en la localidad lombarda de Pontida, que gritaban "guerra, guerra". El líder les hizo aprobar por aclamación la Constitución del Norte y les llamó a luchar por "la independencia" que, dijo, puede lograrse en el contexto de "un verdadero federalismo" sin romper con Italia. Pero, añadió enseguida, "el federalismo no lo dará Roma".

La radicalización de Bossi es tanto la respuesta a las dificultades de la Liga, que encara las elecciones con los sondeos en contra, como una posible estrategia de recambio para el caso de que el movimiento se convierta en una fuerza extraparlamentaria. No todos sus dirigentes están de acuerdo en llevar así las cosas.Irene Pivetti, presidenta de la Cámara de Diputados, subió al estrado para aclarar que la Constitución del Norte es "un instrumento político" que los parlamentarios de la Liga se comprometerán a defender en el contexto del debate sobre la reforma de la Constitución italiana durante la próxima legislatura. Pero Bossi la paró en seco. "Al que suscribe le importa un pito el subparlamento de Roma", gritó para alegría de las masas, y amenazó: "Los parlamentarios que vayan a Roma serán destruidos en cuanto se aparten de la línea de la secretaría".

"El Parlamento de Roma no podrá jamás introducir el federalismo, porque ha sido elegido con el mismo sistema mayoritario inventado por los cerdos ingleses para seguir colonizando a Escocia, Gales e Irlanda", prosiguió el líder de la Liga. "Un sistema que sólo permíte la dialéctica entre derecha e izquierda, y que ha sido introducido aquí por otros cerdos, tras los que se esconden intereses, masónicos y mafiosos", añadió.

Hasta aquí, no le ha faltado, intuición política, pero la situación a la que se enfrenta ofrece pocas alternativas. En una ciudad que parecían convertir en su feudo, como Pavía, la Liga, ha pasado del 19,3% en las elecciones de 1994, cuando concurrió con Forza Italia, al 13,82% que obtuvo en las administrativas de 1995, tras romper con Silvio Berlusconi. Los tres alcaldes que logró en la provincia han dimitido desde entonces, en un clima de caos administrativo. Los sondeos del centro izquierda no dan ahora a la Liga más del 6% en esa zona, y las expectativas que le otorga la derecha son parecidas.

Gracias a la alianza con el líder de Forza Italia, Bossi obtuvo 180 diputados hace dos años, más que ninguna otra fuerza. Con las escisiones que generó la ruptura de la coalición de Gobierno, quedaron reducidos a 120. Concurriendo sola, la Liga puede aspirar, como máximo, a unos 30 diputados que podrían hacer de fiel de la balanza, si se produce el empate entre los dos bloques principales de izquierda y derecha que predicen los sondeos.

Pero Bossi excluye cada vez más esa posibilidad, porque, como dijo ayer, "la izquierda y la derecha se han puesto ya de acuerdo para hacer la contrarreforma", dejando fuera del juego a la Liga.

Y en ese contexto nace la Padania, criatura desproporcionada porque, si etimológicamente corresponde al valle del Po, según la Constitución del Norte abarca media Italia hasta las puertas de Roma, incluias las regiones de las Marcas, Umbria y Toscana. La lucha en el territorio y el referéndum, dijo Bossi, son los medios para realizarla.

Enmienda rechazada

Sería el primer Estado que reconoce el derecho a la secesión a cualquier "parte de su territorio con no menos de un millón de habitantes o de cien mil habitantes, si estos pertenecen a una etnia reconocida". En la tienda de campaña donde el llamado Parlamento del Norte debatió la norma básica, un diputado propuso que el segundo límite fuera elevado por lo menos hasta los 200.000 habitantes, a fin de evitar el secesionismo en cadena. La enmienda fue rechazada.

Nada fue tomado a risa por los miles de congregados en Pontida, lugar donde los pueblos lombardos se conjuraron en el siglo XIII para hacer frente a Federico Barbarroja. Según Bossi, ese hecho histórico dio origen a la nación padana.

"La Padania, la primera potencia económica de Europa, más fuerte que el gigante alemán, se ahoga bajo una presión fiscal del 49%, frente al sólo 29% que soporta el sur de Italia", dijo Bossi. Más tarde, les conjuró en estos términos frente "al poder colonialista de la Roma ladrona": "Quien esté con nosotros en la lucha de liberación, será tratado como un hermano. Pero quien desprecie nuestros símbolos será considerado un enemigo por toda la Padania".