Tensión en Lleida por la violación de un niño, que luego se descartó

La denuncia de una supuesta violación de un niño de nueve años en los ascos M colegio público de Magraners, un barrio humilde de la periferia de Lleida, provocó ayer momentos de tensión en las puertas del centro escolar cuando un centenar de padres intentaron impedir que los alumnos asistieran a clase mientras, exigían la expulsión M presunto autor de la agresión, de 11 años, y de tres hermanos suyos. El Departamento de Enseñanza descartó a última hora de ayer la existencia, de la violación denunciada.

Tras una reunión entre las diversas partes interesadas, el inspector de Enseñanza, Joan Baiget, explicó que del informe emitido por el forense y de las declaraciones de los niños se desprende que los hechos denunciados no tienen la gravedad que se les había dado desde un principio. Baiget señaló que no existió ninguna agresión sexual y atribuyó la conducta de los afectados a la "curiosidad sexual" propia de los niños de esa edad. El juez tarribién ha estimado que no hay causa pen ' al. Durante toda la jornada, la dirección del centro y la asociación de vecinos del barrio intentaron evitar que el conflicto tomara tintes racistas, Padres de alumnos se concentraron ante la escuela para reclamar mayor seguridad para sus hijos y para apoyar a la familia del niño supuestamente agredido, que el martes denunció el hecho en el juzgado de guardia. Este niño cursa, como el presunto agresor, tercero de EGB. Sólo un 25% de los 250 alumnos del colegio asistieron ayer a clase' ' Los padres, que negaron motivaciones racistas en la protesta, acusan a los profesores de pasividad ante las quejas por el comportamiento de un grupo de niños gitanos.

Como medida cautelar, la dirección aconsejó al niño acusado y a sus hermanos que no fueran a la escuela hasta el próximo lunes. El director del colegio indicó que el niño no era violento ni había planteado problemas de conducta. En este colegio se realiza desde hace dos años una experiencia de integración de 20 niños gitanos que, según las autoridades educativas, se desarrolla sin problemas. El delegado de Enseñanza, Josep Giné, dijo que el problema de ayer se había magnificado. Tanto Enseñanza como la Asociación Cultural Gitana de Lleida, entidad que ejerce de mediadora en los conflictos en los que intervienen miembros del colectivo, se han comprometido a proporcionar una asistencia educativa especial a los niños que se consideren Más problemáticos. Josep Montserrat, presidente de la asociación de vecinos, también intentó convencer a los padres para que no adoptaran ninguna postura extrema antes de conocer con precisión como se desarrollaron los hechos. Montserrat, que calificó la situación de "deplorable", pidió a los padres que dejaran el problema en manos de los responsables educativos del centro.