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500 socios de PSV tendrán casas en diciembre

El polígono de Valdebernardo de la malograda cooperativa PSV, aquel proyecto de casas baratas que empezó siendo el sueño de muchos para pasar luego a ser una utopía y un fiasco, ya es una realidad tangible. Al menos 500 familias podrán tocar con sus manos, a finales de año, las viviendas que proyectó la fallida cooperativa de la Unión General de Trabajadores. Otros 2.500 pisos estarán listos en la primavera de 1997.La gestión de las obras de estas 27 parcelas ha corrido a cargo de la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria (SEGISA), constituida en enero de 1995 y que en mayo pasado comenzó la construcción.

El todavía ministro socialista de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell, acompañado de la secretaria de Estado para la Vivienda, Cristina Narbona, y el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, paseó ayer por las obras.

Los pisos de Valdebernardo cuestan medio millón más a los ex socios de PSV

El presidente de SEGISA, Agustín Martín, explicó que este primer año han gastado 20.000 millones de pesetas de los 40.000 millones que en total cuesta el proyecto. "Como mucho, a cada antiguo socio de PSV le saldrá su casa por 500.000 pesetas más de lo previsto, incluido el pago de la derrama de 886.000 pesetas que aportaron para la liquidación de pagos", anunció Martín.

El capital de SEGISA corresponde en un 53% al Ministerio de Obras Públicas; un 25%, a la Comunidad de Madrid; otro 12%, a las constructoras Cubiertas y MZOV y Dragados y Construcciones, y un 4% está repartido entre Caja de Madrid y Argentaria.

"De los antiguos cooperativistas de PSV, que ahora son compradores, 2.500 han firmado ya las escrituras de la viviendas de protección oficial (VPO), y sólo quedan 88 por formalizar la compra", explicó Agustín Martín. "Para las 349 VPO que quedaron vacantes hemos recibido 3.800 solcitudes", dijo el presidente de SEGISA. También el 50% de las 66 vacantes en viviendas de precio tasado han encontrado comprador este mes. Dos mil operarios y 80 técnicos trabajan en la construcción de este nuevo barrio, donde han brotado decenas de grúas e inmensos camiones circulan, a veces a duras penas, por las pequeñas calles llenas de barro del futuro polígono residencial.

Por otro lado, la Asociación de Futuros Vecinos de Valdebernardo manifestó su preocupación por la falta de infraestructuras, como un puente que una Valdebernardo con el distrito de Moratalaz, o los autobuses, el metro, los colegios y los centros sanitarios que tendrán que dar servicio a las 3.000 familias que vivirán allí dentro de un año. "El metro va a llegar como muy tarde en l998", replicó el consejero Luis Eduardo Cortés. "A la vuelta de Semana Santa se van a adjudicar las obras. En cuanto al puente, ya ha sido adjudicada la construcción con un plazo de obra de cinco meses". La línea de metro se prolongará hasta Vicálvaro. Sobre las otras peticiones, tanto ministro como consejero se comprometieron a actuar como "correa de transmisión" con los ministerios de Educación y Sanidad, y con el Ayuntamiento.

"Se trata de la mayor actuación de edificación simultánea que se ha hecho en España", destacó José Borrell al referirse al nuevo barrio, "el doble de viviendas que en la Villa Olímpica de Barcelona". "Pero lo más importante es que hemos salvado los restos del naufragio de la PSV y hemos conseguido recuperar la confianza en aquel proyecto, lleno de buena intención, pero poco realista en el plano financiero", señaló.

Borrell aseguró que desmanes como el que amenazó el proyecto de PSV no se volverán a dar en el futuro de las cooperativas españolas, gracias a un decreto de febrero de este año que desarrolla la Ley de Cooperativas. "Quedan protegidas lasinversiones de las cooperativas que se pongan en manos de una gestora", dijo Cristina Narbona. "Las cooperativas pueden tener una buena gestión", afirmó, en referencia a los dos primeros bloques habitados, los de la cooperativa Vitra, de Comisiones Obreras, ocupados el pasado verano.

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