Sín presupuesto

Somos un colectivo de alumnos del centro cultural Los Rosales, ubicado en Villaverde Bajo, que estamos realizando los cursos de preparación a las pruebas de formación profesional sanitaria en el turno de mañana.Después del gran esfuerzo que supone volver a estudiar al cabo de los años, porque tenemos y sentimos la necesidad de hacerlo, la Administración educativa nos ha quitado el profesor de tecnología por falta de presupuesto.

Las personas asistentes a estas clases somos más de veinte, y el asombro y la decepción se hicieron patentes en diciembre, cuando nos comunicaron que las clases se daban por terminadas. ¿Cómo el Ministerio de Educación promociona unos cursos para personas adultas y sólo contrata profesorado para tres meses?

Si en un año ya es difícil poder aprender toda la materia de dos años reales de FP, imagínense en tres meses, de septiembre a diciembre.

La única solución que nos dio la Administración es que nos desplazáramos a otros centros de otros barrios, y, si no, que asistiéramos a las clases del turno de tarde. Somos trabajadores, y por las tardes unos tenemos que atender a nuestros hijos y otros estamos trabajando, por lo que no podemos efectuar ningún. cambio de horario, y mucho menos emplear más tiempo y dinero en desplazamientos; con el resultado de acercarse la fecha de examen y no haber recibido la preparación necesaria para poder realizar dicha prueba.Según la Constitución Española, la educación es tanto un derecho nuestro como una obligación de la Administración proporcionarla.

La Administración no debería ocasionarnos este gran perjuicio, sino todo lo contrario: ayudarnos y proporcionarnos la educación necesaria e imprescindible para poder realizarnos tanto laboral como humanamente.

Sólo reclamamos nuestro derecho a la educación. Nos han enseñado el caramelo durante tres meses y nos lo han quitado en diciembre.

Lamentablemente, a las gentes que vivimos en este barrio nos tienen acostumbradas a esta falta de formalidad. Y todo esto ocurre en el Año de la Educación Permanente de Adultos. ¡Qué ironía!-