El Consorcio acepta que la EMT venda el billete de 10 viajes para metro y 'bus'

¡Que se haga!". Este es el espíritu que anima a Luis Eduardo Cortés, consejero de Transportes de la Comunidad, en su negociación con el Ayuntamiento para implantar el metrobús, el billete único de 10 viajes para usar indistintamente en el subterráneo y en la flota de la Empresa Municipal de Transportes. Así las cosas, el Ayuntamiento ha puesto condiciones duras para que el metrobús no suponga la pérdida de los ingresos actuales el bonobús (10 viajes en autobús) y del billete sencillo, 14.000 millones al año.La comisión delegada del Consorcio de Transportes, con representación del Ayuntamiento y la Comunidad -con posiciones enfrentadas en el contencioso del metrobús desde hace tres años- resolvió ayer estudiar una fórmula para que la EMT recaude de forma directa parte de los ingresos por la venta del futuro billete mixto. Obviamente, el metro tampoco puede salir perdiendo su recaudación actual del billete de 10 viajes. Con estas premisas, los técnicos del Ayuntamiento y del Consorcio disponen hasta Semana Santa para ofrecer a los políticos la fórmula que contente a todos, según se decidió ayer en la comisión delegada del Consorcio.

Convenio de adhesión

Luis Eduardo Cortés; el viceconsejero de Obras Públicas y Transportes, Luis Peral Guerra, y José Ignacio Iturbe, gerente del Consorcio, despacharon en dicha comisión con José Ignacio Echeverría, concejal de Circulación y segundo teniente de alcalde, y Pedro Bujidos, edil de Hacienda, ambos en representación del Ayuntamiento. Echeverría destacó después de la reunión que defenderá la independencia y el equilibrio financiero de la EMT a toda costa. No aceptará otra fórmula que no garantice la capacidad de ingresos de la empresa, de propiedad municipal al cien por cien.

Y añadió Echeverría que el Ayuntamiento incluye el metrobús en una negociación que se presenta complicada: el convenio de adhesión al Consorcio de Transportes, que caduca en noviembre. Este convenio fija -entre otras cosas- las aportaciones económicas del gobierno municipal al organismo gestor del transporte público. En 1992, el PP amenazó con abandonar el Consorcio de Transportes, precisamente por desavenencias financieras y por pensar que ya aportaba mucho dinero.

Mientras, la implantación de las canceladoras del nuevo billete en los autobuses, cuyo coste asciende a 1.200 millones, no será problema: correrá a cargo del Consorcio. El Consorcio aconseja -en el informe favorable a la puesta en marcha del billete único- que estas máquinas sean de lectura magnética, del sistema Edmonson, igual al existente en el y metro y en Renfe. Con esta tecnología es posible conocer el número de usuarios de cada medio de transporte, de forma que el Consorcio se ahorrará el coste de los actuales muestreos para conocer la demanda en cada hora y día.