Manifestaciones en Burgos y Logroño en apoyo de Ortega Lara a los dos meses de su secuestro
Unos 3.000 vecinos del barrio de Gamonal, en Burgos, recordaron ayer en silencio los dos meses de secuestro por parte de ETA del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. La familia de la víctima sigue sin recibir noticias sobre su situación y sólo se atreve a calificar lo ocurrido como algo "irracional" e "inhumano". Ortega fue hecho cautivo en Burgos el 17 de enero pasado, cuando aparcaba su coche a su vuelta de Logroño, en cuya cárcel está destinado. Precisamente en esta ciudad un millar de compañeros suyos se concentraron ayer también para pedir su liberación.
La convocatoria burgalesa. en apoyo a José Antonio Ortega Lara se desarrolló durante un cuarto de hora en la plaza de Santiago, muy cerca de la avenida de Eladio Perlado, en la que está la vivienda del funcionario y donde su esposa, Domitila Díez, acompañada de forma permanente por su hijo, de tres años, y por familiares y amigos, continúa a la espera de recibir noticias sobre él.La concentración de ayer fue a instancias de la propia familia del secuestrado. Francisco Ortega, uno de los seis hermanos de José Antonio y ahora portavoz de la misma, conceptuó de "impresionante" el movimiento social desatado en Burgos desde que ETA se apoderó de él: "La ayuda de la gente nos supone anímicamente un soporte para poder sobrellevar esto. Es un apoyo moral muy importante". Junto a la esposa de Ortega se reunieron el alcalde de la ciudad, Valentín Niño; el arzobispo, Santiago Martínez, y el presidente del Senado en funciones, Juan José Laborda.
Laborda aseguró que "dentro de la lógica terrorista, lo menos malo para ellos es ponerle en libertad, porque esta presencia del pueblo deja claro que el Estado no negociará [respecto a la política de dispersión de los presos etarras]".
Desde el 24 de febrero no conocen los parientes de Ortega ningún dato nuevo sobre él. El periódico Egin, canal habitual de ETA para emitir sus comumicados, publicó ese día dos fotografías suyas en las que aparecía delante de un panel con numerosas imágenes correspondientes a reclusos de la banda terrorista. La familia difundió un comunicado unos días después en el que recordaba el origen humilde de José Antonio y expresaba su imposibilidad de acceder a las exigencias de ETA.
Desde que ETA reivindicó el secuestro son constantes las muestras de apoyo que la familia de Ortega está recibiendo en Burgos. Todos los miércoles por la noche, en la plaza Mayor, se concentran en torno a 2.000 personas, convocadas por los trabajadores de la cárcel y el Ayuntamiento, para exigir su liberación. Numerosos establecimientos exponen en sus escaparates los simbólicos lazos azules, que también cuelgan de las fachadas del Ayuntamiento, el Gobierno Civil y la Junta de Castilla y León. Estudiantes de enseñanzas medias y universitarias han realizado ya varias manifestaciones y los paneles electrónicos de publicidad repartidos por la ciudad recuerdan cada jornada a los burgaleses el número de días que su conciudadano lleva cautivo.
Ayer mismo, por otra parte, un millar de funcionarios de prisiones se concentraron en el paseo del Espolón, de Logrono, en solidaridad con Ortega y para reclamar a ETA que ponga fin a su secuestro. En este acto, que se repetirá todos los días l7, el de su captura, mientras permanezca en poder de la banda criminal, estuvieron presentes el presidente de La Rioja, Pedro Sanz; el delegado del Gobierno, Miguel Godia, y representantes de todas las fuerzas políticas.
Tras permanecer 15 minutos en silencio, un portavoz de los funcionarios exigió a ETA que deje de representar el papel de defensor de los vascos, que se pueden defender por sí mismos: "Exigimos su libertad [por Ortega] ante el cobarde acto [de ETA] de privar a una persona, de la compañía' de los suyos para imponer sus ideas por la fuerza. Ante todo ello, tenemos que decir que no tienen razón.(...) Su sociedad, la que ellos dicen defender, les está diciendo todos los días: 'Dejad de defendernos. Somos vascos, somos mayores, so . mos demócratas y, por lo tanto, no queremos que nos defendáis, así".
Mientras tanto, informa Ignacio Francia, la XXII Asamblea de la Sección Española de Amnistía Internacional acordó ayer, en Salamanca, condenar las actuaciones de ETA, y pedir la liberación tanto de Ortega como del también secuestrado José María Aldaya. Asimismo, afirmó que se seguirán denunciando las torturas que se produzcan en España.
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