La crisis en el Hipódromo de la Zarzuela anuncia una primavera sin carreras de caballos
La primavera llega sin carreras de caballos. El hipódromo de la Zarzuela estará hoy vacío, y lo mismo ocurrirá en los próximos domingos si la institución no vence la crisis financiera en que se halla inmersa. Es la segunda que sufre en cuatro años. Esta vez la pista ecuestre podría cerrar sus puertas, al menos durante esta temporada, que hoy debía dar comienzo. Hipódromo de Madrid, la sociedad que gestiona la Zarzuela, y que está presidida por Enrique Sarasola, propone la aprobación de un plan de viabilidad que permita dar luz verde a la temporada. El rechazo a este plan supondrá el fin de las carreras.
El proyecto de viabilidad contempla dos puntos que han hecho estallar la situación entre Hipódromo de Madrid y la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, el organismo que dicta las normas para el buen funcionamiento de las carreras de caballos y en cuya comisión directiva están representados todos los estamentos vinculados a las carreras. El plan propone la reducción en un 28% de la dotación de los premios de las carreras y que el 13,5% de la recaudación de la quiniela caballística, antes destinado a potenciar la cría equina, sea utilizado por Hipódromo de Madrid para dar publicidad a la apuesta, ahora escasamente rentable.Entretanto, los ánimos en el hipódromo madrileño no pueden estar más bajos. Propietarios, preparadores y mozos de cuadra no muestran ninguna confianza en el futuro de la institución. De las carreras de caballos comen en Madrid más de 500 familias. Y temen seriamente por su sustento.
La temporada tenía que haber comenzado hoy. Pero el hipódromo languidece. Los mozos de cuadra cumplen religiosamente con su horario espartano y cuidan de los caballos con mimo. Aún a sabiendas de que éstos, de momento, no competirán.
El hipódromo es patrimonio del Estado y fue arrendado a la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar en el mismo año de su construcción, 1941. La actividad en el recinto comenzó a bajar a finales de los años ochenta. En 1992, la institución se enfrentó a su primera gran crisis: 2.500 millones de deuda. El empresario vasco Enrique Sarasola se hizo cargo entonces de parte de las deudas y sacó del bache al hipódromo. Tras esta intervención, Sarasola creó la sociedad anónima Hipódromo de Madrid, que tras firmar un convenio con Sociedad de Fomento se convirtió en la gestora de la Zarzuela y de la quiniela caballística en toda España.
"Con la llegada de Hipódromo de Madrid a gestionar las carreras volvió la ilusión, pero ha habido muchos errores y las cosas han ido a peor", señalaban el viernes en fuentes próximas a la Sociedad de Fomento.
Las continuas crisis han minado poco a poco los ánimos de criadores, propietarios y mozos de cuadra. Algunos trabajadores del hipódromo reconocen que las carreras nunca fueron un fenómeno de masas en Madrid, pero sí recuerdan domingos de lleno hasta la bandera.
Équidos 'exiliados'
De 1.100 equinos que albergaban las cuadras en 1992 quedan menos de 500. Los propietarios de los caballos están "cansados" de la larga crisis y poco a poco se llevan sus ejemplares a competir a otros hipódromos de España o Francia.El año pasado, la quiniela recaudó en toda España 182 millones de pesetas, cifra calificada de "ridícula" por distintos estamentos vinculados a las carreras. Si la apuesta tuviera mayor tirón, podría convertirse en una fuente de ingresos vital para salvar de la ruina al hipódromo. Y es este punto el que más ampollas está levantando en el mundo de la competición de équidos. Hasta ahora, el 13,5% de la recaudación de la apuesta era destinado a la cría del caballo a través de la Sociedad de Fomento. En esta institución, de 150 años de antigüedad, hay voces divergentes.
"Es un hecho que la gestión de Hipódromo de Madrid durante estos cuatro últimos años ha sido un desastre, pero la apuesta puede ser la salvación a la mala situación financiera", señalan en la Sociedad de Fomento. Otras fuentes próximas a esta institución no se muestran de acuerdo y proponen someter a la asamblea de socios el cambio de destino de la gestión del 13,5% de la recaudación de la apuesta.
La salida de esta crisis se muestra difícil. Si este plan no es aprobado, Hipódromo de Madrid ha amenazado con no organizar carreras esta temporada. Así se lo hizo saber a la comisión directiva el pasado lunes. Y ésta, de momento, se ha negado a aceptar la propuesta.
El pasado jueves fue nombrada una comisión negociadora que ya intenta acercar posturas. Pero aún no hay frutos. "Tardará en haber fumata blanca. Madrid corre el riesgo de quedarse esta primavera sin caballos", señalaban el viernes en la Sociedad de Fomento. En Hipódromo de Madrid, sin embargo, son más optimistas: "Estamos convencidos de que se va a llegar a un acuerdo", apuntaban el viernes desde la directiva.
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