"Con razón o sin ella"
Como sucede en la película, Algunos hombres buenos de Bob Reiner con el código rojo de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, el Credo Legionario existe, aunque no figure en ningún texto legal. El Ministerio de Defensa sostiene que las únicas normas que deben cumplir los legionarios, igual que los demás miembros del Ejército español, son las contenidas en las Reales Ordenanzas y en las leyes penales y displinarias militares.Sin embargo, todos los miembros de la Legión pueden recitar de memoria los doce espíritus del cuerpo; incluido el de unión y socorro: "A la voz de A mí la Legión sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio".
El compañerismo mal entendido es un vicio común a las unidades de élite de infantería de todos los ejércitos del mundo, forjadas en el combate en condiciones extremas. Y también de la Legión, fundada en 1920 por Millán Astray para sofocar las revueltas rifeñas.
El Ejército ha intentado en los últimos años conservar las virtudes de la Legión, erradicando sus defectos. El alistamiento de extranjeros o de convictos a los que se garantizaba inmunidad ante la justicia, pertenecen ya a la historia.
El envío de la Legión a Bosnia-Herzegovina, durante los años 1992 y 1993, sirvió en gran medida para rehabilitar su imagen pública. Pero los fantasmas se resisten a desaparecer. Aunque se dé la paradoja, como ahora, de que los autores de los incidentes del domingo fueran en su mayoría reclutas que no habían tenido tiempo todavía de impregnarse del espíritu legionario. Ni del bueno ni del malo.
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