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La policía francesa detiene de nuevo al supuesto asesino de un imam en Madrid

Enric González

Saad Slamti, presunto asesino en 1990 de dos personas en la mezquita de Madrid, podría volver a escaparse de los dedos de la justicia. El integrista marroquí fue detenido ayer por la policía francesa, pero un error administrativo español podría forzar su libertad a las 11.30 de esta mañana. Igual que sucedió en mayo, cuando permaneció 40 días en prisión sin que llegara de España una orden de extradición en regla, Slamti podría beneficiarse de una extraordinaria descoordinación entre España y Francia.

La Prefectura de París envió ayer, durante la tarde y hasta bien entrada la noche, numerosos mensajes a las autoridades españolas pidiendo con toda urgencia una orden de detención. Llevaban más de nueve meses esperándola, exactamente desde el 18 de julio de 1995, día en que tuvieron que dejar en libertad a Slamti porque, trascurridos 40 días desde su apresamiento, no llegó la extradición, que no fue cursada por el Ministerio de Justicia español. El resultado fue que la orden de detención de que disponían hasta entonces quedó automáticamente anulada en cuanto Slamti salió de la cárcel."Ha sido usted agraciado con un milagro", le dijo su abogado. La policía le advirtió que volvería a prisión en cuanto se renovara toda la documentación en España. Pero, desde entonces, ninguna autoridad española movió un dedo para capturarle. Así, el presunto asesino siguió viviendo en París como desde finales de 1990, cuando, poco después del brutal doble crimen en Madrid, cruzó clandestinamente la frontera y consiguió contra todo pronóstico beneficiarse de la consideración de refugiado político. Cobraba una pensión de la Seguridad Social y disponía de un pasaporte en regla. En diciembre pasado obtuvo un visado para viajar a Líbano, que hasta ayer no había utilizado.

Desde que EL PAÍS reveló la extraordinaria situación de Slamti y las disfunciones de la maquinaria judicial española respecto al caso, el pasado 6 de marzo, la policía francesa consideró inminente la llegada de la documentación. Anteayer, cuando lograron localizarle en un albergue de asistencia social, decidieron detener por segunda vez al marroquí. El inspector a cargo del caso verificó que el nombre de Saad Slamti figuraba en el fichero informático de Schengen (acuerdo policial europeo) y puso en marcha la operación.

Ayer por la mañana, ocho policías siguieron a Slamti cuando abandonó un albergue en París y le detuvieron poco después, a las 11.30.

A primera hora de la tarde, sin embargo, el procurador (fiscal) advirtió a la policía que la detención carecía de todo respaldo legal. La presencia de Slamti en el fichero de Schengen permitía retenerle por sólo 24 horas, hasta que se verificara si alguno de los países miembros del acuerdo le buscaba por algún delito.

No había nada sobre Slamti en el fichero de Interpol. Fuentes cercanas a la Prefectura señalaron que la orden española había llegado unos días atrás, pero había sido devuelta a Madrid por "graves defectos de forma". Sin embargo, desde la publicación del caso, la Dirección General de Policía española ha reiterado en respuesta a las llamadas de este periódico que la orden sí que figuraba en el ordenador de Interpol. Asimismo, el Ministerio de Justicia alegó que no había cursado la orden de extradición en 1995 debido a que los juzgados le entregaron la orden al límite del plazo legal. Esta afirmación no ha sida confirmada por el Tribunal Superior de Justicia, que mantiene que la orden fue entregada al ministerio antes del plazo preceptivo.

Saad Slamti es buscado por el asesinato del imam de la mezquita de Madrid y del supervisor de la enseñanza árabe en España, empleado del Consulado de Marruecos.

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