Francia resucita la tesis del 'núcleo duro' de la UE y cierra el paso al federalismo

Francia está dispuesta a acabar con "todas las tentaciones federalistas" en la Unión Europea (UE). El primer ministro, Alain Juppé, presentó ayer en la Asamblea Nacional las propuestas que Francia aportará a la próxima Conferencia Intergubernamental para la reforma de los acuerdos de Maastricht, articuladas sobre dos ejes: mantener todo el poder de decisión en manos de los gobiernos nacionales, y diseñar una UE de "dos niveles": uno restringido y con la misma moneda, formado, en tomo a Francia y Alemania, y otro exterior a la Unión Monetaria y la defensa común.El "primer nivel", según Juppé, será "una Unión de derecho común, que comprenderá los 15 actuales miembros y quienes en el futuro puedan unirse a ellos", ya que Francia es partidaria de ampliar la UE hacia el Este lo más rápidamente posible, mientras el "segundo círculo, más restringido, estará compuesto por un pequeño número de Estados en torno a Francia y Alemania, dispuestos a ir más lejos o más deprisa que los demás en materias como la moneda o la defensa".

La idea del núcleo duro, heredada de Édouard Balladur y bien vista por los democristianos alemanes, deberá combinarse, según Juppé, con un rechazo al federalismo. La Comisión Europea necesita, dijo el primer ministro, "reducirse y readaptarse" para ser un "órgano de ejecución de las órdenes del Consejo Europeo [formado por los líderes de los Quince]"; hay que recortar las competencias del Tribunal de Justicia para "evitar la asunción implícita de una constitución europea de tipo federal"; y, sobre todo, hay que mantener la legitimidad "sobre el Consejo y los Parlamentos nacionales", en lugar de sobre la Comisión y el Parlamento Europeo.