González cree "deseables y probable" que Aznar forme Gobierno, aunque le "resultará difícil"
Felipe González cree que José María Aznar logrará superar el debate de investidura y conseguirá un pacto de gobernabilidad con los nacionalistas, aunque tardará más tiempo en alcanzarlo que él tras las elecciones de 1993 (menos de un mes). "Es deseable y probable", dijo. Recomendó al ganador que no se apresure, por la complejidad de una negociación para la que no hay plazo fijo, y le garantizó que no obstaculizará sus conversaciones con los nacionalistas. También se comprometió a respaldar la política antiterrorista y de lucha contra el déficit público para alcanzar la convergencia con Europa.
El líder socialista compareció ayer por vez primera ante los medios de comunicación tras la rueda de prensa que concedió al día siguiente de las elecciones para comentar los resultados. Moreno y relajado tras varios días de descanso, mostró un talante colaborador con su previsible sucesor en La Moncloa, con el que estuvo reunido hora y media.El traspaso de poderes no fue abordado en el primer encuentro poselectoral entre ambos dirigentes, como ya se había encargado de anunciar José María Aznar. No obstante, González le manifestó su disposición a realizar el traspaso, en cuya preparación trabajan desde hace días algunos de los colaboradores más inmediatos del presidente del Gobierno en funciones.
El líder del PSOE comprende que Aznar le pida tiempo para materializar el traspaso, a la espera de tener ya perfilado su Gobierno, una vez culminadas sus negociaciones con los nacionalistas. "No tenemos prisa. La negociación es compleja. Pero tampoco queremos que tarde mucho. Hay tranquilidad en los mercados y no hay por qué apresurarse", dijo González.
Acuerdos del Consejo
También se comprometió a mantenerle informado de los acuerdos que adopte el Consejo de Ministros en funciones y le anunció que ha encargado un informe al servicio, jurídico de la Presidencia sobre el traspaso de poderes. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, es el encargado de esta misión por decisión del jefe del Ejecutivo.
Aznar no planteó a su interlocutor la posibilidad de que el PSOE se abstuviera en su votación de investidura, dando por hecho que se pronunciará en contra. Lo que acordaron fueron las áreas de consenso. González se. comprometió a colaborar en la lucha antiterrorista y no utilizarla como arma política de debate. También expuso su compromiso de alcanzar "el consenso más amplio posible" en política exterior y, más concretamente, "en el objetivo de reducción del déficit público" para cumplir con el plan de convergencia de Maastricht.
La necesidad de renovar urgentemente la composición del Consejo General del Poder Judicial completa el cuadro de colaboración. González se reservó, no obstante, la posibilidad de discrepar en la política de ingresos y gastos, También se mostró reservón ante la política autonómica del PP. Ante los medios de comunicación aclaró que el desarrollo autonómico para las comunidades del artículo 143 de la Constitución, las llamadas de vía lenta, está muy avanzado. "Quedan algunos traspasos", matizó.
Pero dejó abierta la puerta a la discrepancia en la negociación que pueda abrir un Gobierno del PP con las comunidades del 151, especialmente Cataluña y País Vasco. Precisamente la necesidad que tiene Aznar de encontrar estabilidad con el apoyo de los nacionalistas catalanes y vascos pone esta negociación al rojo vivo. González dijo ayer que confía en que una cesión de competencias de la Administración central a estas comunidades cumpla las "expectativas estatutarias".
Que el presidente saliente va a permanecer vigilante sobre la negociación de Aznar con los nacionalistas en materia autonómica lo puso de manifiesto cuando advirtió que espera que el Gobierno central defienda Ios elementos de cohesión del Estado". El líder del PSOE hizo una calurosa defensa de la pluralidad del Estado, pero recordó los límites del desarrollo autonómico.
González dejó claro que el Partido Popular tiene que crear un clima favorable con los nacionalistas con un Ienguaje más comprensivo". Recordó que esa tarea la realizaron los socialistas antes de las elecciones de 1993, por lo que resultó más fácil la negociación que abrieron con los nacionalistas cuando el 6 de junio perdieron la mayoría y necesitaron negociar con ellos.
A su juicio, el retraso del PP en abordar esa tarea "hará más largo que en 1993 el proceso de investidura y de dotar de estabilidad al Gobierno". "Se necesita tiempo para reciclar. Ha habido un destrozo que hay que reparar". Pero González no quiso crear un clima de alarma y se mostró convencido de que el proceso se consumará sin necesidad de repetir las elecciones. En todo caso, dejó claro que ni él ni su partido no pondrán obstáculos a Aznar.
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