Cuatro hermanos menores, sometidos a abusos sexuales por tres adultos

El horror les llegó temprano. Cuatro hermanos -dos chicos y dos chicas- de 10, 11, 12 y 14 años- fueron sometidos a constantes abusos sexuales por tres adultos. Uno de los acusados es, según la policía, tío de los pequeños. El caso fue destapado tras una denuncia presentada ante la Fiscalía de Menores de Madrid. Los niños se habían fugado de un centro de protección de menores.El relato ofrecido ayer por la Jefatura Superior de Policía de Madrid sostiene que los hermanos, tras fugarse del centro de tutela, se habían alojado en el domicilio de los progenitores. En la vivienda habitaban, además, cuatro hermanos del padre -tres de ellos casados y con hijos-

Pese a esta situación de adocenamiento, los intentos de la Administración para que los niños volviesen a la institución resultaron infructuosos ante la total falta de colaboración de los padres", según la policía.

La situación cambió tras la presentación de la denuncia ante la fiscalía y la intervención de la policía. Los niños, acompañados de sus padres, comparecieron en el Grupo de Menores de la Brigada de Policía Judicial de Madrid.

Defensa de los acusados

Allí los niños contaron los abusos sexuales; e incluso las violaciones a las que habían sido sometidos. Con estos testimonios, afianzados por el examen físico de las víctimas, los tres acusados fueron detenidos. Se trata de Manuel G. P., de 40 años, tío de las víctimas; Ramón G.-D. C., de 72 años, y José Luis A. D., de 26. Los detenidos niegan las imputaciones, aunque admiten haber entregado dinero a los pequeños con el fin de "ayudar a la familia".Entre las cantidades entregadas a los menores destacan las recibidas por el mayor de los hermanos, a quien su tío le daba a veces 5.000, y otras, 15.000 pesetas. La policía sostiene que este hombre violó en diversas ocasiones a su sobrino.

Los padres de los críos afirman que desconocían los hechos. Los menores han vuelto a un centro de la Comunidad de Madrid. Los delitos contra niños y adolescentes constituyen uno de los apartados más negros de las estadísticas policiales españolas. Así, en 1992, un total de 10.894 menores fueron víctimas de la

violencia. De esta cifra, 330 casos correspondieron a violaciones de niños y 56 a asesinatos. La policía reconoce que los abusos sexuales a niños aumentan cada año.