_
_
_
_

Menem retira a su ministro de Economía las competencias en Comunicaciones y Correos

Juan Jesús Aznárez

El debilitamiento del poderoso ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo; a quien el presidente Carlos Menem ha retirado todas sus competencias sobre Correos y Telecomunicaciones, confirma el progresivo distanciamiento del jefe del Gobierno y su entorno del hombre cuya figura permanece asociada a la estabilidad monetaria y a los éxitos macroeconómicos anteriores al actual estancamiento.Entre otras consecuencias, Cavallo queda fuera del debate parlamentario sobre el proyecto de ley de privatización de Correos, sector apetecido por Alfredo Yabrán, "un buen empresario", según Menem, y un "mafioso" de pocos escrúpulos, según el criterio del ministro.

Una compleja mezcla de intrigas palaciegas, partidistas y ambiciones políticas y económicas acompaña la progresiva caída en desgracia del equipo de Cavallo, activamente defendido por importantes empresarios nacionales, organismos internacionales de crédito' y la Administración estadounidense. Hombres de la total confianza de Menem controlarán las atribuciones retiradas a Cavallo, que debió encajar la semana pasada la humillante destitución de su delegado en Correos, Haroldo Grisanti, anunciada por sorpresa por Menem en un programa de radio. Este ejecutivo afronta una causa por supuesta malversación de fondos públicos. Otros hombres de Cavallo acosados por juicios y, por tanto, fuera de sus cargos son el ex presidente del Banco Nación, engullido por el escándalo IBM, y el ex administrador de Aduanas, Gustavo Parino.

El ministro, que el pasado año concitó la hostilidad del presidente al aludir a la existencia de mafias enquistadas en el Gobierno, calla porque el actual momento de recesión no le permite un pulso. Los mercados financieros de Buenos Aires reaccionaron negativamente después de que Cavallo perdiera el mando de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que controla el servicio prestado por las compañías telefónicas, entre ellas la española, y la Comisión Nacional de Correos y Telégrafos, en la que nunca pudo colocar a su gente en puestos decisivos.

Las dos áreas quedan agrupadas en una nueva secretaría que facturará más de 7.000 millones de dólares anuales (casi 900.000 millones de pesetas) y decidirá sobre las facturas telefónicas, asunto de especial interés para españoles y franceses, que ganaron la privatización de la red telefónica.

En contra de la mayoría de los análisis, el jefe de Gabinete, Eduardo Bauzá, insistió en la normalidad del relevo. "Cavallo tiene el respaldo del presidente", dijo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_