PSOE e IU airean sus diferencias al plantearse una unión de la izquierda

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El portavoz municipal de IU, Paco Herrera, asegura que su negativa a formar un frente común con los socialistas en el Ayuntamiento (donde el PP cuenta con mayoría más que absoluta) no obedece al pésimo estado -ya casi histórico- de sus relaciones con Juan Barranco, el portavoz municipal socialista. "Otra cosa es lo que yo pienso de la gente a título individual. En el Ayuntamiento hay gente maravillosa y gente imbécil, pero nunca he tenido diferencias de entendimiento con ningún miembro de la corporación", añadió Herrera.

Sin embargo, los cruces de acusaciones e insultos entre Barranco y Herrera han sido especialmente graves el otoño pasado. Con motivo de la adjudicación de un suelo municipal para viviendas protegidas, Barranco acusó a Herrera de connivencia con el PP, y éste respondió aplicando al ex alcalde socialista el calificativo de "puta mierda".

Con este escenario por delante, el secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky, descarta mociones de censura en cascada presentadas por ambas formaciones de izquierda en municipios donde ahora gobierna el PP en minoría, pero no acuerdos "caso a caso, que habría que estudiar". A Lissavetzky no le preocupa demasiado que Herrera diga que no tiene nada que ver con el PSOE, porque lo que sí le intranquilizaría es que opinase lo mismo el coordinador general de IU en Madrid, Ángel Pérez, con el que ha conversado esta semana en la misma buena sintonía que últimamente.

Lissavetzky, además, se encuentra especialmente reforzado tras la celebración, el pasado martes, del último comité ejecutivo de la FSM. El resultado del PSOE es interpretado por el equipo de Lissavetzky en dos vertientes. Los datos demuestran q ue el PSOE ha vuelto a perder con respecto al PP, pero también es constatable que se han obtenido más votos y diputados de los esperados y anunciados por las encuestas.

Jaime Lissavetzky se siente "más secretario general" de la FSM que antes de las elecciones, y está dispuesto a dedicarse de lleno a la política en los próximos años, desde las dos plataformas en las que tiene representación: la Asamblea de Madrid y el Senado. En este sentido, está ya decidido que dejará su trabajo en el Centro de Investigaciones Científicas en las próximas semanas.

La dirección de la FSM pretende aprovechar el viento de cara que facilitan los resultados electorales -y especialmente el ejemplo de lo ocurrido en Andalucía- para superar las rencillas y disputas que han dividido esta importante federación en los últimos años.

Los problemas de Pinto

Por otra parte, el PSOE de Pinto, fuerza mayoritaria en el equipo de gobierno tripartito local, ha mostrado su disconformidad con los resultados de las últimas elecciones facilitados por la Delegación del Gobierno. Estos datos dan como fuerza mayoritaria en el municipio al Partido Popular, en contraposición a las cifras del Ayuntamiento, que otorgan mayoría a los socialistas, informa Julián Morales.

Diecinueve son los votos en litigio, ya que de este escaso número de sufragios depende el triunfo local. Mientras la Delegación del Gobierno da 5.735 votos a los populares y 5.716 al PSOE, el recuento efectuado por el Ayuntamiento otorga 5.767 votos al PSOE y 5.748 a los populares.

Tras haber realizado un nuevo recuento, que confirma sus datos, los socialistas han enviado a la Federación Socialista Madrileña las actas de la votación para un nuevo escrutinio. Si las cifras coinciden con las obtenidas por el PSOE local se pedirá una rectificación. Fuentes socialistas han aventurado que la diferencia en el número de electores (19.046, según el Ayuntamiento, y 19.476, según la delegación) o el recuento erróneo en alguna mesa pueden haber motivado el error.