Por leer
Calle de Ortega y Gasset, hora aproximada las diez. de la mañana. Llevo alguna compra y el periódico, y un desconocido viene en dirección contraria, un señor que en mi vida había visto."¡Cabrona, leyendo EL PAÍS!". Vaya sorpresa me llevé. Hace de esto un par de meses, y desde entonces oigo repetir que ya no hay derechas (y menos, ultras). ¿Dónde está la derechona?
Pues quizá con este señor (entre otros variados ejemplares) increpando a una perfecta desconocida con una frase que es absolutamente literal, y que por pare cerme maravillosa - en cuatro palabras resume toda esa corriente del pensamiento- la he reproducido dos veces. ¡Cabrona, leyendo en libertad! ¿Cree usted, señor director, que podría traducirse así?
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