L a Comunidad mediará entre entre Tres Cantos y Colmenar para que aclaren las deudas pendientes desde la segregación

Las heridas causadas por la segregación de Tres Cantos (25.000 habitantes) de Colmenar Viejo (28.000) siguen abiertas, cinco años después de la emancipación. Mientras la Comunidad estuvo en manos socialistas la deuda económica que recíprocamente se reclaman ambos municipios apenas se trató. El Gobierno de Ruiz-Gallardón, a, instancias de las dos localidades, mediará. El consistorio tricantino reclama al de Colmenar desde a independencia una deuda de cerca de 150 millones de pesetas. Colmenar asegura que la única deuda que existe es la que mantiene Tres Cantos con él, aunque no concreta cifras.

La Comunidad, en calidad de intermediario jurídico, tendrá que aclarar en sucesivas reuniones los derechos de ambas partes. Entre otras cuestiones los responsables regionales deberán esclarecer por qué el Ayuntamiento de Colmenar pagaba nóminas a funcionarios de Tres Cantos seis meses después de la segregación. Colmenar, además, se siente más perjudicado por "injusticias" comparativas cometidas por el anterior Gobierno regional. Entre ellas, la llegada del tren de cercanías sólo a Tres Cantos y el alumbrado de la autovía M-607 que finaliza en el término municipal tricantino.

También tendrá que aclarar casos como el de Ángel Revilla. Este cantero colmenareño recibió en junio de 1990 un encargo del Ayuntamiento de Colmenar. Tuvo que hacer una obra en el colegio Miguel de Cervantes ubicado en Tres Cantos. El coste total ascendía. a 2.250.000 pesetas.

En 1991, con el trabajo realizado y la segregación consumada, Revilla acudió al consistorio, colmenareño a cobrar la última factura- del trabajo, 367.472 pesetas. Tras cuatro años y dos meses, este cantero aún está esperando cobrar la deuda. El entonces concejal de Obras de Colmenar se negó a pagar a Ángel Revilla arguyendo que la obra ya pertenecía al recién nacido municipio de Tres Cantos y que debía ir allí a cobrarla. El resto de facturas las desembolsó el consistorio colmenareño. "A mí me contrató el Ayuntamiento de Colmenar y por eso creo que es él quien debe pagarme. Pero con la contestación del concejal me fui a Tres Cantos y allí me volvieron a remitir al de Colmenar", dice Revilla.Tres Cantos asume esta deuda, pero su pago "está a cargo del importe que Colmenar Viejo tiene pendiente de ingreso en este Ayuntamiento".