_
_
_
_
_

Castigada por llevar lazo azul

Un juez sanciona a la 'ikastola' que amonestó a una profesora por llevar el símbolo pacifista

La profesora de religión es la única persona de la ikastola Urretxindorra que lleva el lazo azul, el símbolo pacifista contra los secuestros perpetrados por ETA. Como otros vascos que exhiben en público ese detalle, la profesora ha tenido que sufrir reacciones en contra y críticas. La más importante tuvo su origen en la dirección de la misma ikastola bilbaína, a la que asisten cerca de mil alumnos. Pero, en este caso, la profesora no se quedó parada: acudió a los tribunales para defender su derecho a lucir el lazo, y los jueces no sólo le han dado la razón, sino que además han sancionado al centro escolar.Una sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 2 de Bilbao ha reconocido que la amonestación "por desobediencia constante" impuesta a la profesora Begoña A. D. escondió de hecho una sanción contra el uso del lazo azul. El fallo judicial ha dado la razón a la profesora: la amonestación ha sido declarada nula porque atenta contra la libertad ideológica, mientras que la ikastola ha resultado condenada al pago de una multa de 50.000 pesetas.

El pasado mes de diciembre, la dirección de la ikastola comunicó a la profesora la amonestación. En la misma se alegaba el incumplimiento reiterado de la orden de retirar al término de la clase de religión los ornamentos colocados en la sala de juntas donde se imparte esa asignatura, de carácter optativo. Según el director del centro, Luis Ángel Hernández, fueron otros profesores quienes se sintieron ofendidos por la presencia de un crucifijo y una imagen de la Virgen de Begoña en la sala de usos múltiples. "Aquí hay gente de todos los estilos", señala el director, "y en el año 93 se acordó no llevar símbolos de ningún tipo, porque puede resultar conflictivo".

Sin embargo, el juez considera probado que en el tablón de anuncios de los estudiantes aparecen constantemente carteles e información política firmados por Jarrai y Herri Batasuna, que "no son retirados por la empresa".

Begoña no quiere dar publicidad a la sentencia ni a las circunstancias que le llevaron a presentar una demanda contra la ikastola por una sanción que consideraba injusta. "Son cosas personales que no tienen por qué salir a la luz pública", dijo ayer, en una comunicación telefónica. "Me gusta que en mi lugar de trabajo se hagan las cosas como es debido, y si está en mis manos enderezar el camino, lo hago. Es todo".

El juez cree que la sanción encubre "un efectivo atentado a la libertad ideológica" de Begoña A. D. y establece que es la utilización del lazo azul lo que se castiga al afirmar que la profesora desobedece la norma de no utilizar simbología alguna. "No se entiende una limitación a la llevanza de un lazo azul para un concreto profesor", añade el juez en su argumentación, "y no para los alumnos cuando utilizan el tablón de anuncios para expresar en libertad sus ideologías

La sentencia también indica que la orden de retirada de las imágenes religiosas es injusta, porque no es competencia de la profesora ocuparse de ello, y subraya la desproporción entre la orden incumplida y la sanción. "No puede entenderse la afectación o el perjuicio que pueda suponer a otros profesores al encontrarse con unos ornamentos que pueden ser retirados por aquel que se sienta herido en su libertad", indica el juez.

La ikastola Urretxindorra es una cooperativa de padres del barrio de San Adrián de Bilbao, donde están escolarizados cerca de mil alumnos en todas las etapas, desde los dos años hasta COU. La asamblea de cooperativistas decidió hace tres años mantenerse en la red privada de enseñanza, y desde entonces funciona como un centro concertado con el departamento de Educación del Gobierno vasco.El fallo judicial condena al colegio al pago de una multa de 50.000 pesetas "por notoria temeridad" en su actuación contra la profesora. El juez argumenta que la actitud de la empresa ha de insertarse en el mundo de la educación, "donde los derechos fundamentales deben estar constantemente impregnados en dicha enseñanza en libertad". La condena también obliga a la ikastola a abonar los honorarios del abogado que defendió a la demandante, una medida infrecuente en procedimientos laborales de este tipo, en los que no es obligatoria la presencia de letrados y procuradores.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_