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El COI desea una rectificación en el 'caso Bosman'

El olimpismo da por perdida cualquier batalla que podría plantear a estas alturas tras la sentencia del caso Bosman. "La UEFA lo ha hecho tan mal que ha cerrado las puertas a cualquier cambio en la situación", ha comentado un portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI). Los responsables económicos de los comités olímpicos nacionales europeos (CON) y de las federaciones internacionales (FI) de los deportes directamente afectados se reúnen hoy en Roma, aunque apenas tocarán un problema "cuya rectificación es casi imposible", reconoció el mismo portavoz. "Como mucho, ir preparándose poco a poco para lo que pueda ir sucediendo en el futuro", recalcó.El COI sólo va a observar el desarrollo de los acontecimientos, pues de momento el asunto únicamente afecta a los clubes, no a los países. Es consciente de la dificultad de variar algo. "No se puede hablar del caso Bosman porque está liquidado. Es ya muy tarde. Se necesitaría un acuerdo de todos los Gobiernos y cuando uno de los Quince de la UE dijera no, ya no se podría cambiar nada", añadió el portavoz.Toque de alerta

De todas formas, los comités olímpicos y las federaciones tienen la intención de convertir su reunión -que era en principio de comisión ejecutiva-, en un toque de alerta. Quieren aprovechar el plazo actual de seis meses en que Italia preside la UE para matizar lo más posible las consecuencias de la sentencia en el deporte. "Los italianos son muy listos y seguro que tratarán de mover algo antes de que termine su mandato", señaló el protavoz del COI. "Es posible que traten de llegar a un acuerdo sobre el respeto a los derechos de formación y a que haya un cierto límite en el número de deportistas comunitarios movilizados"."No se puede ya volver atrás", admitió también ayer el belga Jacques Rogge, presidente de los comités olímpicos europeos (COE), en declaraciones a la agencia France Presse. "Nuestro objetivo es obtener, como sucede con la cultura en el artículo 128, párrafo 4, del tratado de Maastricht, la cláusula de especificidad para el deporte".

A la reunión asistirán los 18 comités olímpicos europeos afectados (y algunos no comunitarios, pero que se sienten implicados o pueden sentirse), más los dirigentes de las federaciones de los más importantes deportes colectivos: fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano, hockey sobre hierba y sobre hielo.

Según Rogge, la proposición final será presentada el 29 de marzo en Turín a la Conferencia Intergubernamental que debe perfilar la nueva redación del Tratado de Maastrichit. Las posibles modificaciones estaban ya previstas desde el nacimiento del tratado, en 1992, tras dejar pasar un período de evaluación de cuatro años en el que se ha comprobado la evolución de la situación europea y es factible aunar distintos puntos de vista.

El presidente de los COE es también optimista, como el COI, de que al menos se pueda matizar algo con el empuje de la presidencia italiana. "Algunos jefes de Estado y de Gobierno también nos han manifestado que son favorables a la especialidad deportiva", añadió. Pero Rogge es prudente sobre conseguir algo más.

El desastre de estrategia que ha llevado la UEFA en este caso ha limitado otros caminos, pero sí ha encantado, por ejemplo, a rivales encarnizados como el presidente de la FIFA, Joao Havelange. El veteranísimo brasileño se ha asegurado prácticamente la reelección ante el ridículo que ha hecho en todo el proceso el que en un momento pudo aspirar a ser su sucesor, el mandatario europeo, el sueco Lennart Johansson. Este ya ha declarado que tenía muy difícil presentarse.

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