El presidente de Guatemala se reúne en México con jefes de la guerrilla

Por primera vez en 35 años, un presidente guatemalteco y la comandancia de la guerrilla que opera en su país han mantenido una reunión cara a cara. El presidente Álvaro Arzú aprovechó su primera visita oficial a México para entrevistarse en secreto, el pasado domingo, con cuatro representantes de la dirección de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Ambas partes calificaron la reunión de "histórica", mientras que los observadores diplomáticos destacaron que la cita abre las puertas a la distensión e impulsa el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla, que cuenta con la mediación internacional de España y otros cuatro países.

Arzú tenía previsto visitar ayer algunos de los campamentos de refugiados de su país en el sur de México, donde viven cerca de 35.000 indígenas desde hace más de una década. En los dos últimos años 10.000 de estos refugiados han sido repatriados.

Arzú afirmó que el diálogo "informal" iniciado con la dirección de la URNG ha servido para romper una barrera de desconfianza y ha allanado el camino "para llegar cuanto antes a acuerdos de paz". El jefe del Estado guatemalteco resaltó también que encontró "un ambiente constructivo" entre los cuatro comandantes guerrilleros.

Arzú se entrevistó también con representantes de los cinco países (]España, Venezuela, Noruega, Colombia y EE UU), que median en el único conflicto que aún persiste en Centroamérica, y se comprometió a que en un plazo de siete meses se abra una vía de solución al enfrentamiento armado en Guatemala, que ha provocado más de 100.000 muertos y 40.000 desaparecidos.