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Entrevista:ROBERT EDWARDSEXPERTO EN REPRODUCCIÓN

"Los avances científicos tienen que salir a la luz"

Al estudiar las causas que provocan malformaciones en el feto o las posibles soluciones para la infertilidad cumplo con mi obligación como científico y no estoy faltando a la ética". Robert Edwards, ex presidente de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, es consciente de la indignación que provocan en ciertos sectores de la sociedad las técnicas de reproducción artificial. Por ello sugiere a sus colegas que salgan en televisión y publiquen artículos en la prensa para que la gente sepa lo que se está investigando.Partidario de una lógica prudencia por parte de los investigadores, Edwards piensa que los avances deben salir a la luz -y no sólo en revistas científicas- para evitar respuestas negativas de la sociedad.

El científico británico participó recientemente en unas jornadas sobre reproducción humana y bioética, invitado por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), en las que. afirmó que las leyes, "a menudo arbitrarias", deben ser revisadas periódicamente. "Es necesario", insistió, "que se establezca una clara separación entre ciencia y Gobiernos o poderes públicos".

Robert Edwards, responsable del. desarrollo de la técnica de fecundación in vitro, considera absurdas ciertas polémicas como la surgida hace unos meses en Italia por el caso de un bebé nacido dos años después de morir la madre: "El embrión fue concebido con el amor de la pareja; es difícil negar al padre el deseo de tener un hijo de su mujer". El científico británico señaló que hoy en día hay pocos hombres que no puedan tener descendencia y destacó la importancia de la técnica del ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), que permite obtener un niño sano con que sólo se encuentre un espermatozoide maduro en el aparato genital masculino. "Calculo que ya hay unos 4.000 niños sanos nacidos gracias a esta técnica", dijo.

Padre de dos hijos mellizos, Edwards reconoció que los nacimientos múltiples siguen siendo una de las mayores consecuencias no deseadas de la fecundación in vitro. Según las estadísticas, uno de cada cinco casos de fecundación artificial produce mellizos, y entre uno y tres de cada cien, trillizos. Es un problema que puede encontrar remedio en el cocultivo de embriones en presencia de otras células (con el fin de que se desarrollen bien hasta la fase de blastocito y luego puedan ser transferidos).

"El embrión humano es sorprendentemente anormal en relación a otros animales", señaló Edwards, "aunque cada vez sabemos más, y dentro de poco podremos hacer una tipificación para saber de dónde viene en cada caso la enfermedad". Edwards recordó que hoy ya es posible decidir si un embrión debe ser o no implantado en la madre -en caso de que sea defectuoso o portador de enfermedades- y destacó su importancia para prevenir abortos. Sin olvidar las consideraciones éticas, el profesor aludió a la posibilidad futura de reemplazar genes anómalos por genes normales para evitar enfermedades. "Algo de gran interés en el caso de patologías de instauración tardía como el cáncer", dijo.

El desarrollo de hormonas recombinantes, el diagnóstico genético o la congelación de ovocitos para conseguir embriones sanos con la técnica del ICSI fueron los avances inmediatos citados en esta sesión inaugural. Una de las principales preocupaciones de los investigadores es el problema de la implantación, es decir, tratar de averiguar por qué el embrión se pega tan a menudo a la matriz e intentar evitarlo.

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