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Elecciones 3 de marzo

Anguita pide a los socialistas que tras la votación manden a González "al retiro"

Julio, Anguita pidió ayer a los socialistas que manden a Felipe González "al retiro" tras el 3 de marzo, y se ofreció a tomar el mando para dirigir la oposición a un PP que da ya como seguro ganador. Anguita va subiendo cada vez más el tono de sus intervenciones. Reivindica una izquierda cada vez más amplia, aunque está convencido de que "volverá a hablarse de Marx y volverá a hablarse de los comunistas".

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Empezó con un doliente: "¿Qué. se espera de mí? ¿Qué puedo decir esta mañana?". Hacía un día espléndido en Alicante. Una mañana de domingo y de paseo. Y Anguita se debatía entre dudas. En pesimistas reflexiones, ensombrecidas, tal vez por unas encuestas en las que el PP se salía. "Soy consciente Lo sé. Hay y cada vez más indecisos. Hace unos meses la gente tenía claro lo que iba a votar. Ahora, a base de insultos, de repetir machacona. mente la izquierda, la derecha, la gente ha olvidado todo".Reivindica la izquierda y esta convencido, confesaba ayer, de que volverá a hablarse de los comunistas, volverá a hablarse de Marx. Y volverá a hablarse de los valores éticos y morales de la izquierda. El, de momento, habla de los socialistas del PSOE y, en cada mitin tiene referencias; cada vez más directas de Pablo Iglesias, de los socialistas de buena voluntad.

Así las cosas, Anguita ha convertido a los militantes socialistas, o a los simples simpatizantes, en el objetivo. Les busca y les caza a lazo. Les hace guiños de complicidad, les halaga, les reclama el voto para "obligar a González a que se doblegue". Les pide que "manden al retiro" a González y les tranquiliza. "Si hay aquí un hombre o una mujer que son o han sido del PSOE, que no se enfaden. No me estoy metiendo con el PSOE".

Acusaciones personales

El candidato de IU personaliza los males, las consecuencias de las políticas del Gobierno, en el presidente. González es el responsable. González no es de izquierdas. González, además, ha traído a la derecha. A González hay que echarle. Pero no le insulta. Bien es verdad que el otro día en Murcia las cosas se le fueron de las manos. Y la gente, en auténtico delirio, cada vez que preguntaba "¿Es que es de izquierdas Felipe Gonzaléz?", respondía: "¡Nooooo!". Y agregaba calificativos prohibidos por casi todos los libros de estilo si no añaden algo realmente importante a la crónica. Y no lo añaden.

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Anguita se lo juega todo al 3 de marzo. Hace ya el discurso del día siguiente. Echa la responsablidad de lo que ocurra sobre los votantes. Y plantea directamente la hipótesis de la derrota de la izquierda. Una izquierda derrotada que tendrá que hacer una oposición en, la que tampoco vale el nombre de González. Pregunta: "¿Es que vais a dar la oposición a quien estuvo siempre con la derecha, o a quien siempre estuvo a vuestro lado?".

Y para hacerlo pide el voto. Suplica él voto. Pide la fuerza para que IU tenga capacidad de decidir. Aveces utilizando el lenguaje de forma realmente chocante. El otro día la gente escuchó entre atónita y entusiasmada cómo el líder de IU decía: "No queremos un amor platónico. Queremos un amor carnal. No os pedimos el amor platónico sino la fuerza, la carne". Toda una declaración de intenciones qué fue acogida con un calurosísimo aplauso.

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